uno

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Queens, Nueva York.

—Oh linda, sí que luces encantadora, ¡Pareces toda una virgen!—El rizado halagó, alisando con sus manos algunas partes del lindo vestido blanco.
Esa era su vida a sus 29 años; trabajaba con su novio en una boutique y ayudaba a las novias a escoger vestidos.
Era encantador, extrovertido, exótico, y a veces un poco vulgar, como podrán notar.
¡Ah! y sigue viviendo con sus padres.

La mujer sonrió —Gracias, Harry. Estoy ansiosa por verte de blanco también, ¿Cómo van tú y Dany? ¿Cuándo fijarán la fecha?—

Estaba cansado de preguntas como esas, y la mayoría de las veces eran dichas por su madre.
¿Era tan difícil aceptar que aún no está casado? es decir, él también lo quiere. La boda, la comida, la fiesta, los adornos, ser el centro de atención... sí, él también lo quiere con ansias y siente que el tiempo se le está acabando, aún más con el tonto que tiene de novio.
Son pareja desde los 23 años y llevan tres años comprometidos, ¿Cuándo llegaría el momento de planear la boda?

—¡Ugh! No sé cuándo... Soy asesor de novias pero nunca soy la novia.—Miró a su novio, quien presenciaba todo detrás del mostrador. La actitud simplona de Dany y la energía que irradiaba Harry simplemente no eran compatibles, ¿cómo terminaron juntos?
El rizado se acercó a él con una sonrisa aún así, confiaba plenamente en que pronto tendría la boda que anhelaba, y al fin se quitaría la presión de su madre por no haberse casado aún. —¿No es cierto, Dany?—tomó su mano y la alzó, notando enseguida la ausencia de brillo en su dedo anular.

—¿Qué puedo decir?—Dany se encogió de hombros sin más, sin dejar una respuesta clara. Zayn, su mejor amigo, se cansaba de decirle que lo dejara, no solo por la boda, él verdaderamente era un patán.

Pero Harry lo quería, aunque a veces llegara a ser demasiado tonto. —¿Qué te parece 'ten tu sortija, casémonos'?—

Todos en la habitación rieron, incluso Dany rió y señaló al chico rizado en un gesto amistoso, aunque el gesto nervioso e incomodo no pasó desapercibido para el rizado.

—Habló en serio, llevamos tres años comprometidos, Dany.—Reprochó Harry.

Aunque segundos después, su mueca de inconformidad cambió a una media sonrisa curiosa cuando vio a su novio soltar un suspiro y asentir.

—Está bien, lo siento. Lo hubiera hecho antes y hubiera escogido un mejor lugar pero...— La sonrisa le creció más y automáticamente estiró la mano a él, incluso la novia y la otra chica que trabaja ahí soltaron un jadeo de sorpresa. —He estado pensando que deberíamos salir con alguien más.— Eso era todo, la sonrisa le flaqueó y rápidamente retiró su mano.

—¿Qué?— Lo miró incrédulo. ¿Simplemente le decía algo como eso como si nada y delante de personas? tiene que estar bromeando.—¿Desde cuando piensas eso?— Preguntó con brusquedad.

—Ah, desde que vi a Noah Wilson.— Apretó sus labios y jugó con sus manos.

Harry no sabía como reaccionar, él verdaderamente estaba comprometido con un tonto. Debió de hacerla caso a Zayn.—¡No puedo creer que estés diciendo algo como eso!— Gritó. Estaba fuera de sus casillas. —¿Tan solo le soportabas porque soy el mejor vendedor de esta pocilga?—

Dany solo se puso más nervioso y se balanceó sobre sus pies. —Sí, sobre eso... Noah necesita un trabajo.— Harry no puede más, necesita salir de ese lugar. Pero antes, está deseando con todo su ser brincar por ese mostrador y arrancarle todo el cabello.

—¿¡Estás despidiéndome!?— Ni siquiera esperó una respuesta, solo se estiró por el mostrador, tomó su bolso con fuerza y caminó a la salida. Con el coraje que sentía ni siquiera tuvo oportunidad para sentirse avergonzado. —No vas a despedirme, Daniel Sellers. ¡Yo renunció!— Y sin importarle nada azotó la puerta, misma puerta que fue abierta una vez más a los 2 segundos.— Mejor si despídeme, así puedo cobrar el seguro de desempleo.— Y con eso dicho, Harry se fue definitivamente, asegurándose de azotar la puerta más fuerte.

El niñero • Larry Stylinson [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora