Papá Oviedo (GEMELIERS) (ACABADA)

Capitulo 13: Te adoro.

Javier y yo llevamos saliendo un tiempo, la verdad, es que me lo paso super bien con él, es tan, no se, es perfecto tal vez.

- Escúchame, no quiero que hagais locuras, me entiendes?- dice mi madre

- Mamá, no vamos a hacer nada malo.

- Candela, me quedé embarazada muy joven, no quiero que eso te pase a ti, me entiendes?- dice

- PERO QUE DICES? NOOO!! Todavia soy muy joven, no, no, ni pensarlo- digo yo

- Bueno, nosotros nos vamos- Con nosotros se refiere a Jesús, mi hermana y ella- No os porteis mal.

- Vale- digo alargándo la a

- Hasta luego, volveremos tarde- dice dándome un beso en la frente.

Se van los 3 y llamo a Javi.

- Cielo- dice al otro lado del teléfono

- Javi, vente a mi casa

- Voy enana, no tardo nada.

- Te quiero.

- Y yo.

Cuelgo y me siento en el sofá esperando a que venga.

Después de 10 minutos pican a la puerta y ahí está él, con sus pantalones azul marino y su camiseta blanca.

- JAVI- grito saltando encima de él

- Princesa- dice él

Entramos en mi casa. Nos sentamos en el sofá, tengo mis piernas encima de las suyas y él las acaricia lentamente.

- Que vamos a hacer hoy?- dice

- Pues.. No he pensado nada- digo sonriendo

- Pareces un bebé

- Un bebé tú, mi bebé, con esa cara que tienes- digo cogiéndole de los mofletes

Me da un pico.

- Sabes? Eres tonta- dice

- Como que soy tonta?

- Si, pero eres mi tonta- dice riéndose

- Estúpido me habias asustado- digo yo dándole un golpe en el hombro.

Como estábamos aburridos nos fuimos a dar una vuelta.

Javier me llevaba a caballito, la verdad somos muy felices.

- JAVI-grito- QUE ME TIRAS- continuo después de un ataque de risa

- Te quiero tonta- dice él bajándome de encima suyo

- Creo que yo más- digo juntando nuestros labios que acaban una amplia sonrisa por parte de los dos.

-¿Vamos al parque?¿Al árbol donde tuvimos nuestra primera cita?

- Si- dije cogiéndole de la mano

Ese árbol, tantas cosas vividas y ahora me acuerdo de nuestra primera cita, estábamos en el parque, sentados del gran árbol que hay en una esquina, nos sentamos apoyados en el tronco. Y nos contábamos nuestras cosas, llevábamos unos días con una buena relación, casi de mejores amigos, en pocos días había conocido todo, o mayormente, de él, me sentía agusto con él, me sacaba sonrisas como nadie lo hacia y bueno, para que mentir, en aquel entonces él era la razón de mis sonrisas, por el que tiraba adelante cada día.

~.~

Llegamos al parque y nos sentamos en el árbol, el se apoyó y yo me senté entre sus piernas para quedar con la cabeza apoyada en su pecho. Estaba cantando una canción muy bonita. Y así me quede dormida, con sus fuerte brazos alrededor mio, protegiéndome, como solo él sabia.