Oscuro deseo

PREFACIO

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Todo comenzó con una mentira, nosotros como humanos estamos acostumbrados a decirlas, hay momentos necesarios para decirlas, como hay otros que no y que cuando las decimos en cualquier momento explotan como una bomba y lo que paso no tiene retorno, solo confrontarlo y seguir adelante.

Veía su cara todo tipo de expresiones sorpresa, dolor, tristeza, angustia, todo menos orgullo por todo lo que solté de golpe, de pronto para muchos no fue la mejor decisión para mi si lo fue, a pesar de saber cuáles eran las posibles consecuencias, sin embargo, no conté con que esta era la que escogerían. A mí me parecer fueron muy suaves, aunque acepto que agradezco eso.

—Tu... porque lo hiciste — pregunto apartando la mirada.

—Sabes mis razones o bueno gran parte de ello y lo hice sola para no embarrarlos de mi mierda —explicándole con angustia.

—Yo confié en ti, pudiste haber confiado en mí te hubiera ayudado, no te habría salido mal y no se hubiera tomado esas medidas.

—Él hubiera no existe Hades —le dije, negando la cabeza.

No soy capaz de mirarlo a los ojos y siento que si lo hago me tiraría a llorar, porque si me duele haberle mentido, pero una para un bien, porque si el me hizo débil y odio esa sensación.

—No me importa.

—No es fácil ¿entiendes? No todo este tiempo te mentí, lo que paso entre nosotros no Hades, créeme solo confía en mí.

Trate de acercarme, pero se alejó, sabía que no iba a confiar en mi por un largo tiempo, lo tenía en cuenta, solo quiero que por lo menos me un indicio de que pueda volver a confiar en mi

—Como quieres que te crea eso —pregunto con desconfianza

—Solo tienes que confiar... Yo lo voy a arreglar todo.

—No quiero escucharte...

—Hades escúchame.

No dejo que terminara, me miro por última vez, esa mirada que tanto me sorprendió la primera vez que lo vi y que me ... no solo no, azul con verde y esquinas gris y aparto la mirada.

—¡No cállate!

—Mira podemos...

No me siguió escuchando porque salió del cuarto, azotando la puerta y sin terminar de explicarle. Sé que no he terminado de quemar el mundo, porque apenas es el comienzo, encendí la chispa y no explota hasta que yo diga. No me arrepiento de haber mentido, pero me arrepiento de haberme hecho débil por algo que sabía que no iba a pasar.

Me jalaron para abordar a la camioneta, suspiro dejando salir toda la ansiedad por lo que pasara, recuesto la cabeza esperando llegar al mi destino la cárcel lo que no esperaba era que...

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Aquí les dejo el prefacio de la historia, para que vean un poquito de lo que se nos viene, déjenme saber sus opiniones y cuan emocionados están. Muak