A quien de verdad amo Ken x Ryan

Parte 6 FINAL

ATENCION!! este capitulo tendrá lemon, si no es de tu agrado te recomiendo no leerlo y considerar el capitulo anterior como el final de esta historia, gracias ahora si continuamos. 

Era un beso lleno de amor y sentimientos inexplicables con palabras, iba más allá de un hermoso rose porqué así lo desearon, beso que  se estaba intensificando, ambos quierían que esto ya no sea un simple beso, era un momento oportuno para hacer el amor, ellos se aman mucho y es algo que estaban deseando desde hace mucho.

Es explorar y conocer al amor de sus vidas en una nueva faceta, un nuevo ámbito, Ken no perdió tiempo cargando a Ryan feliz y delicadamente, lo llevó hasta su habitación dejando en la cama a Ryan, ambos muertos de nervios pero seguros al dar un paso más en su relación.

Estaban tomándolo con calma, aunque el calor en sus cuerpos hacía que estén más desesperados, Ken tocaba el esbelto cuerpo de Ryan, había estado haciendo ejercicio y vaya había dado resultado, fue para ser más actractivo para Ken no obstante no podría confesarselo moriría de verguenza, más siempre tendría presente que Ken lo amaba tal como era y que no necesitaba cambiar.

Era imposible para Ken no notar que su Ryan tenía sus caderas más finas, esbeltas, sus piernas más firmes al igual que sus nalgas, mientras pensaba en ello y en cuanto a llegado a amarlo en tan poco tiempo, besaba sus labios con suavidad y poco a poco acelerando el  ritmo del beso y el de los corazones de ambos, momento definido en amor, deseo y saliva.

— ahh ∼ ... ahh ∼- Ryan no pudo contener sus gemidos, ante la placentera sensación, mientras Ken mordía y succionaba su cuello y metía su mano dentro de la camiseta que traía Ryan comenzado a jugar con sus sensibles pezones que por los toques se ponían cada vez más duros.

— Te esta gustando, diablos Ryan, me he puesto duro quiero que sea especial, quiero hacerte el amor ahora mismo, ¿sabes que no quiero lastimarte cierto? 

— Ke..Ken... has..lo por favor  oh.. me volvere loc..co —  el mencionado obedeció las órdenes y fue retirando de manera lenta, sexi y delicada la ropa de Ryan y la suya, mientras apreciaba lo hermoso que era Ryan y un pequeño amigo empezaba a despertar aún más rogando por atención, Ken empezó a frotar ambas erecciones y generar placer para los dos cuerpos desnudos, se puso encina de Ryan, mientras frotaba ambos miembros lamía los pezones rosados de Ryan, sentía el placer y un cosquilleo en su cuerpo, se correría pronto si seguían así. 

Ken se disponía a seguir, paró un segundo y admiró más a detalle el cuerpo de su pareja, mientras abría  sus piernas para tener más acceso frotando su erección con la entrada de Ryan, seguidamente empezaba a humedecer sus dedos para posteriormente introducirlos en la estrecha entrada de Ryan.

— ahh∼ duele t-ten cuidado ... e-es mi primera vez ...- dice sonrojado  agarrando la almohada y tapando su cara con ella, sin embargo Ken la quitó necesitaba ver a su pareja, Ryan solo se limitaba a morder sus labios para no soltar gemidos de dolor y placer que le provocaban los dedos de Ken.

— K-een...— el débil gemido entre el beso en el cual el mayor aprovechó para meter su lengua dentro de la boca ajena disfrutando está completamente, saboreandola y explorandola cada centímetro. Ryan tenía claro que la pasión y lujuria que estaba experimentando solo se la podría causar su novio y que solo él podía provocarle tales sentimientos y deseos porque esa lujuria también era amor...

 — No puedo más — la voz de Ken salió ronca casi como un gruñido mordiendo el labio adverso y  bajo sus manos los glúteos ajenos tomandolos con sus manos apretándolos y jugueteando a su gusto deleitándose con los gemidos y suspiros del pelinegro que se sostenía débilmente de sus hombros apretando y arqueando su espalda por el placer el rubio le  producía. 

Mordió sus labios con fuerza enredando sus largos dedos en el cabello del rubio volviendo a atacar sus labios con hambre y voracidad, ambos sentían la lengua contraria pelear por el comando del beso que cada vez buscaba soltar sus nervios y llegar a la siguiente fase, escuchándose solo el chasquidos de sus labios y el choque de sus lenguas.  

—pídemelo — la voz de Ken salió un octavo más grave a causa de la lujuria que recorría su sangre y su polla dolorosamente dura chocando contra el trasero de cierto pelinegro de labios pecaminosos y gruesos.

— K- keen...— la voz del contrario había ocasionado que su cuerpo tiemble por completo dejándolo más excitado que nunca, su respiración trató de relajarse y tratar de pensar pero cuando sintió unos belfos calientes comenzar a besar su cuello — zona muy sensible — lo hizo derretirse entre los brazos ajenos.

—follame .... a-aqui ~ q-quiero que me hagas el amor a-ah ~ ... en esta habitación siendo testiga de nuestro amor — suplicó cerrando sus ojos al sentir los dientes contrarios morder levemente su sensible piel. Sus manos bajaron cuando sintió que ya era el momento. Ryan  soltando un suspiro cuando tuvo el miembro de nuevo para el .... tan grande y apetitoso.

Ryan cerró sus ojos y apretó sus rodillas cuando la húmeda lengua de Ken se metió dentro y comenzó a moverse de un lado a otro arrancándole un alarido de placer, sus manos con debilidad se sujetaban de las sabanas de la cama dejándolo gemir como una perra en celo.
— y-Ya!...m-mételo~ l-Lo necesito m-Mhh-~...quiero tu pene en m-Mi!— suplico practicamente gritando lo último haciendo un pequeño lloriqueo quejándose levemente cuando ya no sintió la lengua en su trasero. 

Ken puso lubricante sobre su duro miembro subiendo y bajando  para lubricarlo bien, dejando su izquierda en la cadera del pelinegro mientras su diestra comenzaba a meter su falo dentro del apretado trasero del pelinegro.

— Aah....e-es!... tan g-grande! Aah! Ken!~ — los agudos gemidos de Ryan retumbaron por toda la habitación cuando sintió el miembro ajeno totalmente dentro de él haciéndolo bajar su cabeza chocando su frente sudada con la almohada. 

— Tan apretado bebe —  gruñó el rubio dándole una nalgada cuando su miembro estaba totalmente adentro dejándolo en un pequeño estado de delirio por el trasero del pelinegro que tomaba y apretaba su pene cómo nunca lo había sentido.

Los choques de pieles no se hicieron esperar, tampoco los constantes altos gemidos y lloriqueos de Ryan acompañados de jadeos y gruñidos por parte de Ken que cada vez iba más rápido y profundo tocando puntos que ni el castaño sabía que tenía. 

Ken estiró su mano hacia las hebras pelinegras jalándolas hacia atrás para poder besarlo sin dejar de moverse, sus bocas se juntaron obscenamente entrelazando sus lenguas al compás de él miembro que entraba y salía de Ryan. Ninguno de los dos decía nada, con sus gemidos se lo decían todo, por cómo Ken recorría con sus manos la piel del pelinegro y como Ryan gemía su nombre como si de un Dios se tratase. Ambos ya casi en su límite cambiaron de posición sentando a Ryan  en la cama enredando sus piernas al rededor de la cadera del rubio que volvió a meterse de una estocada.

— Aahh!..s-si~si si....a-amo tu p-Polla!— lloriqueo Ryan aferrándose al cuello del nombrado entre jadeos, escondiendo su rostro en su cuello mientras su trasero saltaba de arriba abajo sintiendo todas las marcadas venas en sus paredes cada vez que se contraía.

— m-me voy a Mhh~ correr — aviso el rubio yendo más rápido hasta que sintió su estómago caliente y el fuerte gemido del pelinegro que avisaba que ya había llegado a su orgasmo, con una duras embestidas más se corrió dentro del menor que muy a gusto sonrió atontado por el reciente violento pero placentero orgasmo que su cuerpo había experimentado.

— Dios — exclamó Ryan, ambos riendo, besansose y abrazandose... 

Se habían unido en cuerpo y alma aquella noche, demostrándose cuanto se amaban y que estaban dispuestos a superar los obstáculos que se les presentaran juntos, hechandose una siesta y tal vez continuar con una segunda ronda más tarde.

FIN

Espero que les haya gustado esta historia y recuerden que publicaré muchas más historias de este shipp y si quieren leerlas síganme y no se pierdan de nada bye y gracias de verdad por leer y llegar hasta aquí.

Att: @Kaleomyrodriguez  escritora