𝙎𝙐𝙉𝙆𝙄
- Sí... ¡Me gustas, Kim Sunoo!
- Tú también me gustas Ni-ki, pero mi mamá no me deja tener novio.
- Ya no somos niños Hyung, no necesitamos el permiso de mamá para todo.
- Cállate Nishimura.
↬Comedia.
↬Pareja: Sunki (Sunoo y Ni-ki de enh...
- Kinnie~ - llamó Sunoo a su esposo una tarde; el japonés bajó corriendo siendo acompañado por un perrito lanudo y despeinado que sacaba la lengua y hacia sonar la madera del piso del departamento con sus garritas.
- ¿Qué pasa Solecito?
- Mira que encontré. - le mostró al menor una caja dónde durante sus 10 años de relación habían guardado cartas y regalos pequeños que se habían ido dando.
Ni-ki sacó una fotografía instantánea que les había sacado una muy buena amiga suya: Chaeryeong, se encontraban en la playa y ambos parecían tener no más de 20 años en la foto. Sunoo encontró un disco que en el cartucho incluía la frase "para él, que me hace sentir especial", con esa simple inscripción supieron que era la canción ‹Feel Special› de Twice. Se pasaron unos cuantos minutos revisando que más había en la caja hasta que Nishimura encontró eso que esperaba.
- ¿Podemos salir hoy? - preguntó aparentemente de la nada.
- A dónde me digas, mi niño. - le respondió. Riki fue corriendo a la habitación que compartían para ponerse unos zapatos y ambos salir como rayos al parque.
- ¿Porqué quisiste venir aquí? - preguntó Kim viendo como su marido lo había llevado a un pequeño parque que por muchos años que pasaran se conservaba igual de hermoso.
- Sunshine... - le tomó sus pequeñas manitas. - "somos como la luz de la luna, juntos pasamos buenos momentos. A mi corazón le gustas, sí sí sí sí sí sí sí, sí sí sí sí sí sí sí". - le cantó en voz baja con su melodiosa voz esa canción que Sunoo le había dedicado hacía diez años.
- "Tú no estás a la venta". - le siguió el juego abrazándolo.
- Tú me haces sentir especial, incluso si el mundo me apabulla y me atacan con palabras hirientes yo sonrío de nuevo porque tú estás conmigo. Eso es lo que haces.
El pequeño amor de dos niñitos había desembocado en el más envidiable matrimonio, ¿qué faltaba en sus vidas ahora?
- Kinnie~.
- Dime, príncipe.
- ¿Qué piensas de mi peso?
- ¿Seguirás con eso? ¡Dios mío, Sunoo! Amor, te he dicho miles de veces que te amo y jamás dejaré de hacerlo, ¿Porqué sigues desconfiando de tu físico? ¿No te das cuenta de que eres un verdadero ángel?
- Creo que tendrás que verme más gordito.
- ¿Compraremos comida? - preguntó en tono infantil haciendo reír al otro joven, este sonriendo con amplitud sacando algo del bolsillo de su chamarra.
- ¡Ta-ta! - una fotografía en blanco y negro de algo que se asemejaba a un bonito guisante era mostrada frente a los ojos de Nishimura el cual solo pudo abrir los ojos y boca a más no poder y volver a unir a su esposo en un cálido abrazo del cual comenzaron a brotar unas pequeñitas lágrimas de alegría.