Atsushi se sentía a salvo en sus brazos, realmente había pasado tiempo desde la última vez que tuvo un calor humano aparte de sus propias manos. Parecía que al fin tenía un poco de paz, y las caricias en su cabello por parte del castaño, le estaban llenando de una calidez que deseaba que perdurara. ¿O tal vez era justo porque provenía de su mentor y no de alguien más?
-Hacen una linda pareja
Una voz femenina interrumpió el momento, dando lugar a que el peligris se sobresaltara de gran forma, apartándose del mayor con su rostro colorado, apenas recordando que esto era la realidad y no una fantasía. Mientas que el otro, igualmente mostro cierta vergüenza tapando la mitad de su rostro con una de sus manos.
SI. Estaban tan sumergidos en sus propios sentimientos desbordándose, que se dejaron llevar en un principio por el significado de aquella frase... pero poco después, recordando la seriedad de la situación, voltearon a ver el origen de la voz.
-¿Quién eres? -rápidamente cuestiono Dazai al ponerse de pie junto a su subordinado, quien parecía tener las suficientes fuerzas para sostenerse por sí mismo
La mujer tenía una larga cabellera de azul pálido, su rostro parecía el de la muñeca más fina en el universo, así como el resto de su piel, sus finos y delgados dedos estaban entrelazados frente a su cintura, donde si mirabas más arriba, te encontrarías con sus suaves labios rosados que formaban una serena sonrisa. Como si sus perfectos rasgos no fueran suficientes, sus ojos eran de un azul fuerte con pigmentos brillosos, era como ver un hermoso cielo nocturno.
Atsushi era un atardecer y ella era el anochecer.
-Soy alguien que busca ayudarlos, pueden llamarme un mecanismo hecho para ayudar a derrotar a Wilde -aquello llamo la atención de ambos -El tiempo se acaba, ustedes decidirán si creerme o no, así que les diré esto -sus manos se separaron de forma ágil, apareciendo en estas un pincel -Hay una forma de que uno de ustedes salga de aquí, pero a cambio el otro deberá quedarse. Quien acepte ser el sacrificio para la libertad del otro, tome el pincel.
Ambos hombres se miraron extrañados, claramente podía ser una trampa, aunque después de ver a Oscar desesperado por eliminar a Osamu, esto no parecía ser algo por parte de aquel. Atsushi pensó seriamente, pero para su sorpresa, la espalda café se adelantó y tomo el pincel con decisión.
-¡¿Qué?! ¡NO!
Rápidamente reacciono el chico tigre corriendo e intentando arrebatar el objeto, cosa que el de gabardina evito esquivando, no obstante, tuvo que seguir haciéndolo pues su contrincante no se detenía.
-¡No crea que dejare que use esto para sus fantasías suicidas, Dazai-san!
-¿En serio crees que quedarme con un loco que se droga con pinturas es mi idea de suicidio perfecto? Nunca creí que me ofenderías tanto
-¡Esto no es una broma! Yo vine aquí por mi cuenta, ¡deme eso!
Dazai fue sorprendido, pues Atsushi uso sus piernas de tigre para dar un salto, cayendo ambos al suelo y con el pincel rodando lejos de ellos. El más joven rápidamente intento levantarse, cosa que fue interrumpida por un jalón en su pierna, causado por el mayor quien, al tenerlo de nuevo en el suelo, se posiciono sobre el chico sosteniendo las muñecas de este, provocando que el poder del tigre desapareciera.
-Pues yo vine a sacarte de aquí Atsushi-kun, y no tiene caso que yo salga de aquí sin ti
Su rostro reflejaba la seriedad de sus palabras, dejando sin palabras al otro. Nakajima sintió que su corazón se aceleraba, ya no sabía si por aquella declaración de guerra o por la peligrosa posición en la que estaba, por supuesto, esta distracción seria usada para el amante del suicidio, apurándose a tomar el pincel. El de ojos bicolor se regañó así mismo por su descuido, mientras que Dazai se acercó a la muy cuidada mujer.
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Tu Primer Mentira - Dazatsu
FanfictionUna nueva amenaza ataca Yohokama, una la cual solo puede ser resuelta con la vida de Dazai a cambio, sin embargo, Atsushi no piensa lo mismo y hará lo que sea con tal de evitarlo. ¿Cómo podrá Dazai recuperar a su amado?