Soy sólo una persona ordinaria

Capítulo 99

⇝ Sueño sin fin ⇜

Shen Si sintió la lluvia cuando recuperó el conocimiento. Abrió los ojos, su cuerpo estaba mojado, mientras el agua pegajosa empapaba su chaqueta y se pegaba a su cuerpo, con una sensación muy húmeda, como si acabara de llover adentro, húmeda hasta el punto de insoportable.

Shen Si se sentó, y lo siguiente que supo fue que estaba tirado en el césped, rodeado de plantas verdes, como si hubiera llovido antes, y cada brizna de hierba estaba cubierta con gotas de agua cristalina.

Shen Si tomó una bocanada de aire frío, una pequeña espina clavada en su dedo índice. Cuando Shen Si sacó la espina, de las yemas de sus dedos salieron gotas de sangre de color rojo brillante y lo sacudió.

La mano quitó la hierba mojada en el césped, Shen Si vio una capa de espinas esparcidas alrededor del lugar donde estaba acostado, espinas afiladas con raíces hacia arriba, uno podría pegarse accidentalmente a la mano.

"¿Qué?" Shen Si evitó estas cosas afiladas para ponerse de pie mientras miraba a su alrededor. Vio un césped verde interminable y las gotas de sangre de las yemas de sus dedos cayendo sobre las hojas. Las gotas de sangre se deslizaron hasta el centro de las hojas, mezclándose con las gotas de agua, pareciendo una especie de publicidad.

A unos treinta centímetros del lugar puntiagudo, Shen Si caminaba por el césped sin fin.

"Oye, ¿hay alguien ahí?" Shen Si susurró en voz baja.

Shen Si miró la luz en la distancia, y luego giró la cabeza para mirar a su alrededor, la niebla negra superpuesta se iluminó instantáneamente, su periferia todavía era familiar.

Shen Si sabía dónde estaba esto.

Campo de juego: sueño.

Shen Si una vez entró por error en este campo de juego, cuando fue a la empresa para firmar los procedimientos de separación. Pero justo después de firmar, antes de irse, el campo de juego lo atrapó adentro, porque entonces el recuerdo todavía era muy vivo ahora, después de todo, esa fue la primera experiencia de Shen Si de un campo de juego cruel.

El número de muertos fue más de la mitad, incluso sus colegas familiares casi mueren a causa de esto, y He Xin luego explicó que podrían salir con vida por suerte.

Por suerte, el campo de juego eligió a Jian Nian para ser el maestro del sueño, por suerte, la obsesión de Jian Nian con Shen Si también estaba dentro. Jian Nian no quería dañar la psicología de Shen Si más su habilidad devoradora de sacar al resto de la gente viva del campo de juego.

Pero el campo de juego de los sueños no estaba cerca de aquí, incluso si se expandió aún más, no debería haberlos atraído.

Shen Si no estaba seguro de lo que sucedió, pero ahora no había ningún propósito, ese pilar de luz era el único marcador, por lo que fue allí primero para ver si había alguien.

El reloj apareció detrás de Shen Si, el tiempo se suspendió, y Shen Si frunció el ceño y se levantó del suelo, sacudiéndose las malas hierbas y la suciedad. Luego miró a sus pies, para ver qué acababa de derribarlo.

Las enredaderas verdes formaban algo parecido a una mano, y en el hueco Shen Si vio huesos blancos, como una mano esquelética envuelta alrededor de sí misma con enredaderas.

Shen Si miró a su alrededor, después del tiempo de suspensión, las malas hierbas rígidas estaban llenas de esos brazos de enredadera.

Entre estas enredaderas del suelo, algunos aún podían ver los huesos blancos del brazo sobresaliendo. Shen Si frunció el ceño levemente, no tenía la curiosidad suficiente para excavar el suelo para ver si era un esqueleto completo o no.