𝐃𝐑 • 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬

La niña de papá

"¿Dónde está papá?", Preguntó su pequeña Vanessa, con la voz ronca por el frío y la fiebre. Estaba acostada en la cama y la arropabas con su manta de princesa. Le tocó la frente para ver si le bajaba la fiebre, pero aún sentía calor.
La miraste, sonriendo con una sonrisa triste.

"Papá está en el trabajo, cariño". Dijiste, ayudándola a beber un poco de agua. Sus ojos se clavaron en los tuyos y viste que estaban a punto de llorar.
"Pero yo quiero a papá ...", susurró, mirándote con ojos suplicantes. Acarició su mejilla, tratando de consolarla.
"Lo sé, pero mami está aquí". Sonreiste. Escuchaste sollozar un poco a tu pequeña.
"Pero quiero a papi ..." Susurró de nuevo, su voz casi perdida en el susurro. Le sonreiste, le diste un beso en la frente.
La miraste a los ojos.

'' Veamos qué puede hacer mami al respecto. ¿Está bien? '', Preguntaste. Ella asintió con los ojos llorosos.
'' Está bien, intenta dormir un poco, mi ángel. Papá estará aquí cuando te despiertes ''. Le dijiste. Vanessa asintió de nuevo, ahora sonriéndote, cerrando los ojos. Se aferró con fuerza a su osito de peluche.
Le diste un último beso en la mejilla antes de salir de la habitación.

Verificando a Vanessa de vez en cuando, a veces enderezaba su manta que estaba torcida o le limpiaba la frente tibia con un paño húmedo y fresco, asegurándose de que no se despertara.
Alrededor de las 3 de la tarde, Daniel llegó a casa, cerró la puerta detrás de él y suspiró.

"Hola bebé". Gruñó, cayendo de nuevo en el sofá, frotándose los ojos. Caminaste hacia él, sentándote a su lado. Daniel tenía las mangas arremangadas, su cabello estaba desordenado y sus ojos estaban cansados. Él te miró a los ojos, sonriendo con una dulce sonrisa, tal como te gustaba. Puso su mano en la parte baja de tu espalda, atrayéndote para darte un beso.

"¿Cómo está Vanessa?", Preguntó Daniel.
-Tiene gripe, pobre niña. Ha estado preguntando por ti todo el día ''. Dijiste suspirando mientras mirabas al techo como si pudieras verla a través de él.
"¿Lo hizo?", Preguntó Daniel, mirándote.
"Sí, supongo que mami no fue lo suficientemente buena". Le dijiste a Daniel, tratando de decirlo de una manera en broma, pero resultó ser un poco de la verdad. Daniel vio eso.

"Eres perfecta, cariño", dijo Daniel, colocando sus labios sobre los tuyos, sonriendo en el beso. Lo profundizó, lamiendo tu labio inferior para entrar, y te reíste.
"Ahora no". Susurraste, todavía riendo. Lo sentiste sonreír contra tus labios.
"Será mejor que vayas arriba, la niña de papá está esperando", dijiste, apoyando tu frente contra la de él. Daniel miró las escaleras y luego a ti.

"Está bien, vuelvo enseguida ... Y luego terminaremos lo que empezamos", susurró Daniel, sonriendo como siempre lo hacía. Mostrándote gestos mordaces en el aire. Te reíste.

Te besó rápidamente antes de caminar hacia las escaleras, subiendo corriendo, saltando algunos pasos mientras lo hacía, para consolar a su pequeña.