Nunca me olvidaré del día en qué por primera vez te vi. Fue tan impactante que con solo mirarte a los ojos sentí una gran fuerza dentro de mí. Me quedé impresionada en tu mirada intensa que me envolvió por completo el alma y cuerpo. Desde aquel día no dejé de pensar en ese instante que cambió por completo mi existir. No he vuelto a ser la misma. No he vuelto a sentir lo mismo.