❝Take and Hide❞

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「Advertencia: capítulo con contenido sensible en varias partes」

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「Advertencia: capítulo con contenido sensible en varias partes」

Dos días pasaron desde el primer asesinato cometido por Jungkook, y parecía que el ambiente había regresado a la normalidad.
Los estudiantes siguieron sus actividades comunes, ya ni siquiera el nombre de JiEun sonaba entre ellos, y los profesores rápidamente la sacaron de todas las listas donde ella existía.

No fue difícil, al parecer, para nadie aceptar la pérdida, a pesar de haber sido una chica popular.

Y Jungkook al ver ésta tranquilidad, decidió que era el momento oportuno para seguir adelante con su plan, fijándose en el segundo nombre de su lista.
Jung Hoseok era el siguiente.

Por lo que el seis de diciembre, se alistó para la ocasión.
Usó un bonito suéter blanco, una pequeña diadema en su cabello, y retiró sus vendas al ya no necesitarlas.

Ésta vez quería ser más cuidadoso con sus actos, puesto que con Ji se había tomado la espontaneidad muy enserio, y pudo costarle caro. Así que, no lo haría con su cuchillo —ahora favorito—, si no que pensó en algo mejor, una forma de que sus huellas no quedaran en Jung.

Durante su clase de Deportes, se escabulló hasta una pequeña bodega alejada de la oficina del director, en donde guardaban todos los objetos y aditamentos necesarios para las actividades físicas, además de una caja llena de cosas perdidas que nadie había reclamado.
Tomó del lugar un bate de béisbol, comprobando rápidamente lo pesado que era. Por suerte, él tenía la fuerza suficiente como para usarlo sin esfuerzo.

El problema radicaba en cómo lo traería por la escuela sin que nadie se diera cuenta, y sobre todo, dónde lo botaría después de usarlo, era bastante imposible de lograr, incluso consideró en cambiar de plan.
O al menos eso pensó, hasta que la presa cayó por sí sola en la boca del lobo.

Resultó que las clases del grupo A y el D —grupo donde se encontraba Hoseok— tuvieron que compartir el patio central, pues ambos horarios coincidían en las actividades deportivas ese día. Y, para su mala suerte, el profesor envió a Jung a dicha bodega para buscar un par de balones, sin saber que el lugar no estaba precisamente solo.

—Ah, hola...—habló Hoseok al abrir la puerta y toparse con el chico peli rosa—¿También te mandaron por algo?

El castaño sonaba amigable y tranquilo, pues realmente a nadie le pasaría nada malo por la cabeza al ver a Jungkook con su típica mirada dulce. No lo conocía, pero no le tenía miedo ni nada similar.

Aunque claro, debería haber huido cuando pudo.

—Sí, por un bate.—respondió con normalidad.

—¿Puedo verlo?—Jung extendió su mano, después de haber cerrado la puerta inconscientemente, y ahí Jungkook vio una oportunidad de ocultar sus huellas.

Sweet Kookie ♡ TaeKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora