Memento

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Irónicamente el diablo es el mejor amigo de la iglesia, después de todo él ha sido el que la ha mantenido en el negocio desde su creación.

El bien no puede existir sin el mal, no puede haber una salvación divina si no existe la condena eterna.
Nadie quiere caer en el infierno ni en lo que eso conlleva.
Pero...si la gente no creyera en la maldad y en que hay una forma de salvarse ¿Realmente mantendrían a raya sus demonios con tanta devoción como lo hacen?

Tal vez el diablo está porqué tiene que estar y no importa que tanto traten de ocultarlo el diablo existe, existe dentro de todos y cada uno de nosotros...Y yo lo eh visto, algunos lo dejan salir por momentos, algunos lo dejan salir para siempre y yo me esfuerzo mucho por mantenerlo encerrado.

—Bendigame padre porque eh pecado.—Exclamó un joven veinteañero a través de la rejilla del confesionario, a pesar de la obscuridad del lugar podía verse que en su rostro había tristeza y seriedad.—Para ser sincero es la primera vez que vengo a este lugar y hago esto yo nunca he sido religioso pero...Llegué a la ciudad hace dos semanas y la verdad estoy harto de esto...digo siempre eh estado al tanto de la situación en la que se encuentra nuestra nación mi papá ha sido de los que le gustan informarse de absolutamente todo, cada que leía una mala noticia en el periódico me decía que la única forma de sacar adelante a nuestro país era a través de la educación y del trabajo duro después de todo el viene de una familia humilde y se esforzó desde pequeño para salir adelante y conseguir un buen trabajo haciendo lo que mas amaba salvando a las personas en un hospital...siempre lo eh admirado y fue por eso que desde pequeño quise seguir sus pasos y eso es lo que hice seguí sus pasos. Cuando logré graduarme no tiene idea de lo orgulloso que estaba, él me dijo que era posible hacer una diferencia que un futuro muy brillante me aguardaba y que con esfuerzo podríamos hacer de este un mejor lugar, pero francamente ya no creo que eso sea suficiente...no no lo es, el mundo está mucho peor de lo que nunca me imaginé y ya no importa que tanto trate de convencerme a mi mismo ya no pienso que solamente con esfuerzo y trabajo duro sea posible salvar este país, desearía decirle lo que ah estado perturbando mis sueños, desearía decirle la conclusión a la que llegué pero...creo que usted no lo entendería, para ser honesto no creo que nadie lo entendería.

—Tal vez ayudaría a entender si me dijeras qué fue lo que hiciste.

—Ese es el problema padre no quiero confesarle algo que hice sino algo que estoy a punto de hacer y que tal vez me costará la vida pero...que creo firmemente que es lo correcto.

Hubo silencio y el padre preguntó con miedo—¿Y qué es lo que planeas hacer?

El joven no respondió.

Esa misma madrugada; un grupo de cuatro hermosas chicas no mayores de 25 años salía de una fiesta entre unos cuantos tropiezos, debían ser aproximadamente las dos o tres de la mañana, no había ni un alma en las cercanías, la calle estaba totalmente desierta y las pocas luces de los postes no ayudaba en nada con la poca iluminación que otorgaban, las chicas habían estacionado bastante lejos por lo que tuvieron que caminar un poco hasta llegar a su auto.

Entonces una furgoneta blanca salió de la nada levantándose una columna de polvo, 3 hombres armados con pistolas de calibre 9mm descendieron rápidamente apuntandoles se notaba que no era la primera vez que hacían esto.

—¿Qué está pasando?—Preguntó la más baja de ellas.

—¡Cierren la maldita boca!—Gritó el hombre de chaqueta marrón apuntandoles con el arma de forma amenazante las chicas gritaron aterradas.

Su compañero de pantalones azules abrió la puerta trasera y el tercero de camiseta blanca con la ayuda del de chaqueta marrón las arrastraron entre jalones hasta el vehículo.

—¡Será mejor que se callen perras si no quieren que les meta un puto tiro en la cabeza!

Las chicas no hicieron caso y gritaron  tratando de defenderse pero no había nadie cerca para oírlas por lo que uno de los hombres golpeó a una de ellas subiendolas a la furgoneta a la fuerza.

—Les dije que se callaran.—Exclamó el hombre de chaqueta marrón apuntandoles con su arma.—Ahora si se portan bien les prometo que no les haremos daño hasta que las entreguemos pero si no les tocará una calentadita ¿Está bien?

De repente un objeto cilíndrico de metal golpeó al hombre de pantalones azules dejándolo noqueado.

—¿Eh? ¿Qué diablos fue eso?

Un segundo objeto salió disparado de entre la obscuridad golpeando al tercer hombre en las manos haciéndolo soltar su pistola, rápidamente un hombre que vestía una sudadera, pantalones y guantes de negros y cubría parte de su rostro con una bufanda del mismo color salió de la nada, con la agilidad propia de un peleador se acercó en menos de un parpadeo al hombre de chaqueta marrón esquivando una serie de disparos que este erró y lo pateó en la pierna tumbandolo y agarrando su cuello para al mismo tiempo darle una segunda patada al hombre de camiseta blanca en el pecho.
El vigilante le dio tres golpes en el rostro con todas sus fuerzas al hombre de chaqueta marrón dejándolo tumbado en el suelo y con un ágil salto cayó sobre el hombre de camiseta blanca asestandole un fuerte rodillazo.

—¡Váyanse!—Les gritó el vigilante a las chicas, ellas no dudaron ni un segundo y salieron de la furgoneta a toda prisa.

Aún en el suelo el hombre de la chaqueta marrón tomó su pistola y apuntó contra las chicas pero el vigilante fue rápido y tomó el tubo de metal que había caído en el suelo y lo arrojó contra la cabeza del hombre de chaqueta marrón haciendo que fallara su disparo.

El hombre de camiseta blanca trató de levantarse pero el vigilante no se detuvo y le dio una serie de golpes en el estómago y las costillas finalizando con un fuerte gancho al mentón que le otorgó la victoria.

El vigilante permaneció de pie tomándose un momento para recuperar el aliento ya que quedó agotado pero entonces el hombre de chaqueta marrón reaccionó y sin hacer ningún ruido se levantó sacando un cuchillo de su pantalón parecía que era el final pero el vigilante esquivó la apuñalada tomó la mano del hombre y la torció rompiendole el brazo haciendo que soltara el cuchillo para de inmediato tumbarlo hacia el suelo, el vigilante no oe dio tregua e invadido por la adrenalina del momento comenzó a molerlo a golpes directo en el rostro hasta que sus nudillos quedaron completamente empapados de sangre.

Despues de un golpe tras otro sin detenerse el rostro del hombre quedó irreconocible pero el vigilante no se detuvo y continuó golpeando con toda su ira y todo su rencor hasta que la obscuridad de la noche lo terminó de sumir todo en las tinieblas.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2021 ⏰

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Nightstalker: El Séptimo CírculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora