LEYENDAS EN YOKOHAMA [One-Shot Halloween]

Dazai, Ryūnosuke & ¿Chūya?

¡HOLA A TODOS! ESPERO QUE SE DIVIERTAN ESTE DÍA 🎃🕷️🦇
SIGUEN QUEDANDO PENDIENTES LOS ESPECIALES DE HALLOWEEN, PERO MIENTRAS ESO SUCEDE, LES TRAIGO UN ESPECIAL DE MI PARTE. LO PENSÉ ESTA MAÑANA GRACIAS A ESTA OBRA DE ARTE QUE ALGUIEN DIBUJÓ 💕

DISFRÚTENLO! ES LIBRE DE SHIPS (POR GUSTOS DIFERENTES) Y AU.

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La luz de la Luna llena iluminaba la semi oscura habitación de Osamu Dazai, un hombre joven de veintidós años de edad que se disfrazaba de brujo, para salir a la calle, pedir dulces para su pequeño hijo Ryūnosuke, de cinco años de edad, y repartir de sus dulces a los demás niños que pudiera encontrar por las calles de Yokohama.

El niño azabache iba disfrazado de vampiro. Se miraba hermoso con su traje, y aunque era bastante inexpresivo después de la muerte de su madre, Dazai sabía que llevándolo a pedir Halloween, podría ser una maravillosa forma de animarlo.

— Ryū. ¿Estás listo? Toma tu canasta de calabaza dónde pondrás los dulces que te regalen.

Ordenó el castaño, entregando la calabaza a Ryūnosuke. Debía verse feliz frente a su hijo.

Hace apenas un mes que la esposa de Dazai falleció en un accidente ferroviario, y seguía siendo doloroso para los dos.

Ryū come poco, no sonríe, no expresa sus sentimientos, no llora, ni siquiera se esfuerza por hablar mucho. Estaba deprimido, y aunque Dazai también lo estuviera y quisiera suicidarse algún día, no podía abandonar al niño cuando lo necesitaba mucho más que antes.

El azabache se acomodó la canasta en una de sus muñecas y estaba listo para salir. Dazai sujetó una de sus manitas pero antes de salir de casa, se puso a su altura.

— Ryū. Iremos a pedir dulces, como todos los niños y chicos de Yokohama. Nos divertiremos mucho. Veremos más disfraces y cosas entretenidas allá afuera. Mi amiga Kouyou y su hijo Chūya irán con nosotros.

Ryū observaba con seriedad a su padre. Por primera vez, y después de un mes sin poder hacerlo, sus ojos empezaron a derramar lágrimas. Estaba llorando. Rodeó con sus brazos al cuello de Dazai y lo abrazaba pidiendo su consuelo, de cierta manera. Dazai correspondía, palmeando su espalda y acariciando su cabeza con ternura.

— Mami no está.

Sollozaba. El joven del vendaje evitaba llorar.

— Mami nos está cuidando desde donde esté, Ryū. Sé que es muy duro para tí, pero fue nuestro destino y debemos aceptarlo. Vayamos a distraernos, eres un niño fuerte y podrás borrar esa lágrimas y cambiarlas por una hermosa sonrisa como las que antes nos hacías a tu madre y a mí.

Lo separó del abrazo y limpió las lágrimas de Ryū con sus pulgares. Besó una de sus mejillas con cariño y le sonrió.

— Papi... ¿Tú nunca me vas a dejar solo?

Dazai negó con la cabeza. Sujetaba las manos de Ryūnosuke y las acariciaba ligeramente.

— Nunca. Lo prometo. Tú y yo saldremos adelante juntos, Ryūnosuke-kun.

Palmeó su cabeza un par de veces para luego ponerse de pie, sujetar la mano del azabache, y encaminarse a la salida de la casa.