El camino al hospital es duro. Duro psicológicamente claro.
Duele saber que a la persona que mas te gusta, le quedan pocos días, o con mucha suerte, meses de vida. Meses los cuales los pasaría en cama y sintiéndose mareada y totalmente agotada
Es un sentimiento.. ¿Emocionante?
Es extraño... Un sentimiento cargado de emoción, tristeza, estrés, y sobretodo ansiedad.
Miedo de que un día al llegar le dieran las malas- las horribles noticias de que su amiga había fallecido. Al pensar en aquello comenzó a sudar frío, por lo que con suma rapidez se dirigió a la habitación de su compañera amada
Para su suerte algunas enfermeras la recibieron con una cálida sonrisa, dejándola pasar a la cálida habitación
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Ahí estaba, Cabellera castaña y alborotada, portadora de bellos ojos celestes, con una simple y limpia vestidura de bata de hospital. Shijima Mei era por mucho la chica mas hermosa y alegre que había visto, era una hermosa rosa que alegraba hasta sus días mas oscuros entregándole unos lindos dibujos.
Es una lástima que la rosa se encuentre marchitando.
—¡Oh, Nene-Chan! —Escucho su gentil llamado— Es un gusto volver a verte
—Mei.. —Como era de costumbre, la castaña ocultaba todo con una sonrisa.
—¿Sucede algo? Tengo un nuevo dibujo para tí. —Le anunció dándole señas para que se acercará a la camilla y así entregarle el dibujo. —Honestamente creí que no vendrías..
—¡Eso de ninguna manera! —Contestó de inmediato con algo de enfadado. —Yo nunca faltaría un solo día para visitarte. Me ofende que pienses así
La castaña sonrió ante aquella contestación. —Bien, bien, solo bromeaba. Nene-chan es tan linda estando molesta
Las albina no pudo evitar sonrojarse como un tomate al escuchar eso último.
—Oww, Meii —Sacudió sus brazos molesta reprochando a su amiga— ¡Eres muy injusta!
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Luego de eso, comenzaron su pequeña y corta platica de siempre, pues para mala suerte el tiempo de visita no era ilimitado.
—Nee, Mei.. ¿Como te has sentido últimamente?
—Estos días en particular tengo bastante sueño —Respondió— Los doctores dicen que es por ciertos medicamentos. ¡Espero recuperarme pronto! Quiero salir y hacer muchas cosas con Nene-chan —Anunció levantado su brazos alegre.
—Oh, ¿que cosas te gustaría hacer?
La castaña sonrió de forma pícara.
—Seguir dibujando y.. ¡Salir con Nene-chan!
—¡Ah! —Las mejillas de la albina volvieron a teñirse de colores carmesí, mientras su cabeza comenzaba a dar vueltas—¡Mei-chan to-tonta! Tus bromas no son divertidas.
—Ehhh, pero no es broma, me gusta Nene-chan.
Sin duda la castaña busca que la mejillas de su torpe amiga explotarán
—M-me v-voy- ¡Me voy a casa! —Habló en tartamudeo. Pero no antes de salir, se dio la vuelta, y en la puerta gritó—¡También me gusta Mei-chan!
Posteriormente de eso se retiró a toda velocidad como si su vida dependiera de ello.
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Por fin, ¡por fin se le había confesado! Siempre creyó que lo haría "Mas tarde"
Pero teniendo una hermosa amada bastante enfermiza, no siempre había un "Más tarde"
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