Bromas Hirientes

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La joven rusa estaba en la cocina preparando papas, palomitas, dulces y bebidas para pasar la noche con su novio. Habían planeado una noche de películas para poder pasar tiempo los dos juntos ya que con las clases del mayor no habían tenido mucho tiempo para verse, cuando la castaña termino de organizar todo para que ella y su novio la pasaran de maravilla esa noche, se dispuso a esperar al mayor.

-supongo que ya casi debe de llegar...espero- se dijo a si misma mirando la hora en su celular al ver que era muy tarde y el mayor no llegaba.

Los minutos pasaban y el mayor no aparecía por ningún lado, ni siquiera contestaba sus mensajes, para este momento la menor ya se había comido la mitad de los snacks que preparo y justo en el momento en el que iba a recoger todo para irse a su casa, su novio aprecio cruzando la puerta.

-ethan!- soltó con emoción y corrió a darle un abrazo a su novio- te espere demasiado, pensé que no vendrías, además no contestabas mis mensajes- dijo con un poco de decepción en su voz separándose del mayor.

-solo fueron unos cuantos minutos no exageres- dijo ethan para luego entrar y dejar su mochila en algún lugar de la sala.

-suena como si no te importara- murmuro la más baja cerrando la puerta.

-¿qué has dicho?-

-nada, mira hice palomitas, papitas y compre unos cuantos dulces, ¿quieres?- comento la castaña cambiando el tema no quería que su pareja perdiera la paciencia y menos el día que tanto les costó acordar –quedaron deliciosas- le dijo pasándole el bowl medio vacío con unas cuantas palomitas.

-¿porque no hay casi nada?, ¿Te las has estado comiendo tú? – cuestionó el mayor tomando el bowl.

-bueno tenía un poco de hambre y como no aparecías pensé en tomar unas pocas- comento sonriente la chica para tomar unas cuentas palomitas.

-cariño- dijo ethan y seguido soltó una pequeña risa -si sigues comiendo así vas a parecer una vaca, una gorda y fea vaca- ethan tomo la mano de annika y tiro las palomitas que ella tenía en su mano.

-¿cómo?- la cara de annika mostraba confusión, porque su novio le estaba diciendo esto eso, él siempre había sido dulce y cariñoso con ella.

Luego de esto el mayor coloco una película para que los dos pudieran ver, después de todo para esto estaban ahí, mientas él comía los snacks que le había preparado su novia, ella se quedaba estática, lo que su novio le había dicho enserio la afecto, ¿el la veía gorda?

-¿ah?- su novio volteo a verla, en la cara de Annika mostraba tristeza ¿se habría pasado con ese cometario?, no fue solo una brama porque le afectaría es lo que el pensaba –vamos anni, fue solo una broma, como las que hacen los novios, no te lo tomes personal-

-si... una broma...-pero eso no fue suficiente para convencer a ethan quien comenzaba a perder la paciencia.

-sabes que si vas a estar con esa puta cara mejor te vas, estoy tratando de pasar un buen momento contigo pero parece que a ti no te interesa- escupió ethan para seguido irse a su cuarto.

-¿Qué? Ethan no espera no es eso- la castaña fue detrás de él. –es solo que eso me tomo por sorpresa, por favor perdóname, yo solo quiero pasar un buen rato sabes, hace tiempo no nos vemos y solo quería estar contigo, por favor no te enojes- se disculpó la castaña tomando del brazo al mayor.

-está bien, porque no limpias todo el desastre que hiciste y vienes a mi cuarto después te parece-

-está bien- sonrió la menor al pensar que el problema estaba resuelto.

-bien aquí te espero pequeña cerdita- sonrió y seguido de esto le pellizco uno de sus cachetes de manera infantil para después irse a su cuarto.

Una vez annika guardo, lavo y acomodo toda la sala, fue directo a la habitación de su novio, al entrar lo primero que vio fue a ethan vistiendo una pantaloneta y usando sus lentes mientras leía un libro, libro que conocía muy bien, era el jugador uno de sus libros favoritos, y el favorito de su abuelo, no podía creer que ethan estuviera leyendo ese libro después de haber dejado claro que no le gustaba leer.

~violentometro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora