cloud 9 ─ [ MARTULI ]

One Season.

¿Cómo podés expresarte de sentimientos tan profundos e inexplicables? ¿Cómo le decís a tu novia lo mucho que la amás, apreciás, necesitás y querés sin usar palabras básicas, que realmente no llegan a describir nada?

Martina nunca fue una persona muy afectuosa, se podía decir que era fría ya que solía no dar abrazos o besos, y cuando alguien lo hacía no sabía cómo reaccionar.

De suerte, con el tiempo podía reaccionar mejor, mas seguía sin ser tan cariñosa.

Hasta que llegó Lourdes.

Martina tenía la necesidad de demostrarlo, de alguna manera, todo lo que sentía por esa ojiverde. Cuando lo sentía demasiado, ponía su corazón en palabras, llegando incluso a escribir un poema.

Lo enamorada que estaba no tenía mucha ciencia.

Quizá no se demostrara con afecto, pero basta una mirada para notarlo; cuando busca su mano, cuando presta atención y le sigue la conversación, cuando suele no negarse a abrazos, cuando se preocupa.

Habían tantos factores.

Pocas explicaciones.

La emoción y adrenalina de darse besos en público; la felicidad y la sensación de protección cuando se tomaban de las manos; la comodidad y amor cuando se daban abrazos, sentía que pertenecía con ella, que su corazón había sido hecho para ser protegido y amado por Lourdes González.

¿Cómo lo podía explicar?

Podía ser de todo, menos momentáneo, porque era un para siempre, un para siempre de estar con ella. Una promesa que pasaba los límites, una promesa que iba a estar sellada para siempre.

La paz interna y la misma intensidad de amar. ¿Cómo podía ponerlo en palabras?

Un "te amo" no podía opacar lo que sentía.

Ni con Youtube sentía tanta pasión.

Podía dedicarse a escribir lo mucho que se celebraba por haber aceptado ser su novia, lo mucho que se arrepentía de conocerla tarde, lo mucho que sentía un vacío cuando no estaban juntas.

Había leído tantos diccionarios y ningún término daba con su búsqueda.

Con Lourdes sentía todo.

Podía fácilmente confundirla con una bruja blanca.

Porque parecía que Lourdes le había hecho algún amarre desde la primera vez que se vieron.

Todas las citas, todos los "te amo", todos los halagos, todos los brazos, todos los besos, todos los mimitos y todas las tensiones.

¿Cómo se definían?

Martina ya no podía conciliar el sueño, estaba siendo atormentada.

Lourdes roncaba a gusto al lado.

Al abrir los ojos y que se hayan acostumbrado a la oscuridad, se fijó en la chica a su lado.

Su cara relajada, su boca abierta, el suave movimiento del pecho al respirar, su pelo desordenado y sus manitos aferradas al acolchado.

No podía creer que incluso con esa imagen medio desastrosa, su corazón se agitara y empezara a pensar en un futuro cercano viviendo juntas y durmiendo todas las noches, por el resto de sus vidas, en la misma cama.

Su mirada y sonrisita decían todo.

─ Lourdes.

Como si el nombre fuera sagrado.

Como si fuera su primera palabra.

Como si toda su vida haya necesitado decirla.

Como si fuera automático.

Aquella youtuber le hacía sentir tantas cosas, quizá no sabía mucho, quizá llegaba a ser irritable por estar sonándose la nariz cada minuto, quizá llegaba a querer callarla por los "ah", "nashe" y "ahre", quizá era la persona más intensa y despreocupada que conocía.

Pero también era la culpable de todo ese embole.

No había definición.

Pero sí podía afirmar que Lourdes González había hecho un antes y un después en su vida.

Una marca que nunca va a querer borrar, porque ya es parte de ella.