Robotic Boyfriend

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—¿Y qué planeas hacer para tu cumpleaños? —preguntó el rubio con aburrimiento en la voz, pasando su brazo por los hombros del más pequeño y ambos caminando a paso lento por los pasillos de la universidad.

—Realmente no lo sé, sabes que nunca planeo nada en sí —Yoongi se encoge de hombros y se lleva la paleta helada a la boca para romper un pedazo al morderlo, Jimin pasa la lengua por su cono de helado mientras piensa en qué sería bueno hacer para el cumpleaños de su mejor amigo.

—Podemos volver a Daegu y encontrarnos de nuevo con Hyunjin y Jeongin, eran agradables —propone, pero Yoongi niega con la cabeza.

—Son muy menores para nosotros, sería raro.

—Hey, menores y todo pero nos ayudaron un montón.

—A parte... No creo que quiera festejar nada este año...

—¿Por qué? —Jimin parece desilusionado—. Hay que festejar... TaeTae no quiso festejar el suyo tampoco y Sehun hyung se fue de viaje con Baekhyun hyung sin avisar... Tengo ganas de cantarle el feliz cumpleaños a alguien, ¿sabes?

Yoongi arrugó la nariz y volvió a negar.

—A Jungkook no le queda mucho tiempo, incluso estoy seguro que para mi cumpleaños él ya no estará conmigo, entonces no quiero nada. No me sentiría bien festejando cuando él...

Yoongi dejó de hablar y Jimin se alertó, acercándose sólo un poco para mirarlo. La expresión de Yoongi era seria pero al menos no estaba llorando. Jimin entendía totalmente lo que decía su amigo, si él estuviera en esa situación tampoco querría festejar nada, sin embargo, él quería animar a su amigo por si algo pasaba en realidad.

Todo se mantenía igual desde que septiembre inició, Jungkook no tenía mejoras ni recaídas. Se veía normal. Sin embargo, Yoongi se ponía más histérico y depresivo entre más días pasaban.

—Ya llegué —anuncia el rubio a mediana voz, cerrando la puerta tras él.

Taehyung aparece desde el cuarto con esa sonrisa hermosa suya que tanto hacia enloquecer a Jimin. El rubio le devuelve la sonrisa y ambos se acercan para besarse castamente como saludo. Coloca la mochila en el sillón y estira ambos brazos hacia arriba mientras suelta un gruñido.
Taehyung lo mira con tanta adoración que Jimin por un segundo se siente intimidado y a través de sus pensamientos pasa Yoongi. Recordándole nuevamente que todo aquello es momentáneo y efímero, que no es como creemos.