¿Dónde está Aiden?

02. CAPITULO DOS.

|| CÓDIGO 10:50 ||

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Las puertas de el elevador se abrieron.

Teatral o no,  Asher sintió como si correspondieran a las puertas que le daban la bienvenida al infierno, su propio averno, para poder arder. Para poder de una vez por todas axfisiarse en la soledad y el dolor.

Pues cuando empezará el interrogatorio no sabría si podría ser capaz de manejarlo, de manejar toda esa situación.

Al menos no en ese estado.

Ingresaron.

Al instante el botón del tercer piso fué presionado por uno de los policías.

Comenzaron a subir.

Después de haber escuchado dicha acusación no hubo palabra alguna de ninguno de los tres. Es decir, ¿qué se supone que debía de contestar una persona cuando le dicen algo tan intrincado como aquello?
¿Qué era una equivocacion? ¿Qué no es culpable?

Alguien, una vez  le enseño que lo más usual para una persona sagaz e ingeniosa que es acusada inocentemente es comenzar inmediatamente a preparar tu defensa.

Empieza por identificar las pruebas que podrían respaldar tu caso y evita darle a los bobbies algo que te incrimine.

Para anular los cargos, necesitarás ser perseverante, pensar con claridad y si las cosas se ponían feas,  contar con una representación legal eficaz, pero definitivamente es posible de lograr cuando eres un chico menor de edad.

Tantos años vagando en la calles de Londres le enseñaron lo suficiente para entender cuán cruel podía llegar a ser el mundo.

El único inconveniente que lo detenía de sobrellevar la situación era... que él joven aún, muy en el fondo, no sabía si era realmente inocente de la desaparición de Aiden Bermont.

Una vez más se hallaba preguntándose ¿Qué pasó? ¿Por qué no recordaba nada?

Entonces uno de los wuokidoki que sostenían los policías sonó, ahuyentando por breves segundos la peculiar tensión en los aires.

—A todas las unidades necesitamos un 10:30 con urgencia.—hubo una pequeña pausa—Posible disturbio e incendió en proceso. Calle King's Road interior #84. Los bomberos ya están en camino. Cambio y fuera.

El comunicado ceso.

Los dos policías se miraron un instante.

—10:4 la ayuda va a en camino.—el hombre con placa sostuvo el dispositivo mientras presionaba el botón que abría el canal solo para contestar—¿Puedes encargarte?— cuestionó mirando a su compañero y después a el muchacho enmedio de ambos.

—Sí—dijo el otro de inmediato, entendiendo la situación.

¡Tin!

Las puertas del elevador nuevamente se abrieron, indicando que habían llegado al tercer y último piso del lugar.

Solo Asher y uno de los policías salieron de dicho elevador. A diferencia de el policía que había atendido al llamado segundo atrás, quien en cuanto se quedó  presiono el botón que indicaba bajar al primer piso otra vez.

Las puertas automáticas de metal una vez más se cerraban.

Después de recorrer el tercer piso, llegaron a la sección donde se llevaban acabo los interrogatorios.