CAPÍTULO 3

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"Peligro, miedo y dolor"

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"Peligro, miedo y dolor"


Los gemidos de Elis se escuchaban por toda mi habitación, se encontraba a horcadas sobre mí con sus manos en mi cabello, lo apretaba y lo jalaba hacia atrás. Llevé mis manos a su cintura y en un movimiento rápido la tuve debajo de mí. La sensación de fricción que me causaba estar dentro de ella era deliciosa.

Si para algo era bueno Eli, era para el sexo.

Solo para eso.

Había conocido a Eli el verano pasado en un club al que fui con algunos amigos, desde el principio nuestra relación no fue romántica. Cada uno de nuestros encuentros se podía describir, en una palabra.

Sexo.

El en baño del club.

En la cocina.

En el carro.

Lo que empezó como una noche de locura, se extendió en tres meses de calor mutuo.

La voltee y el envite a que se sostuviera como una perra, la perra que solo le importaba solo tres cosas de mí, mi dinero, mi imagen y los lujos que cualquiera adolescente deseaba. Carros deportivos, alfombras rojas, joyas y viajes sin fin. Tome su cabello y lo jale dando fuertes embestidas dentro de ella, sin compasión como ella le gustaba.

—¡Diablos bebe! —Gimió de placer.

—¿Te gusta así eh? — me acerqué a su oreja para susurrarle. —Te gusta que te haga mía de esta forma.

—¡Si me encanta!

Eli no tenía ninguna importancia sentimental para mí y no es que estuviera jugando con ella, siempre ha estado consiente de los límites de nuestra relación. A ella no la interesa que la ame y que la valore, los únicos afectos que quiere de mí son de manera monetaria.

—¿Qué te parece si voy de azul? —La voz de Eli avece podía ser algo irritante, pero era lo suficientemente amable para no decírselo. —Digo no creo que deba ir sencilla, la prensa estará ahí y me gustaría destacar. —Levanto su cabeza de mi pecho desnudo.

—Eli puedes ir con lo que sea —Me levante otra ir al baño. —Si te sientes cómoda con el azul, pues ve de azul.

—Gracias bebé —Se levantó y camino hacia baño. —Quería sin ti.

Nada.

De seguro, con su actitud arrogante. No sería absolutamente nada.

El sonido de alguien tocando la puerta, llamó mi atención.

—¡¡Daimon!! —La voz furiosa de mi padre, se escuchó del otro lado de la puerta.

Me levante de golpe y tome mi ropa interior, como puede me la coloque y tome mi móvil para guardarlo en mi bolsillo. La voz de mi padre llamándome se escuchaba cada vez más alterada. Y eso solo podía indicar una cosa de la cual ya estaba muy acostumbrado.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2023 ⏰

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