Especial de halloween

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Ya había pasado un año desde que decidieron adoptar y William había convencido a Jess de que sería bueno que para Halloween se disfrazara de aquel personaje que tanto le gustaba a la chica. La joven era bastante tímida y no le gustaba llamar la atención, pero después de que su papá la animara a disfrazarse pudo cumplir su deseo de verse como la gran Leslie; tal como en ese libro de aventuras que ambos gustaban de leer de vez en cuando. Como era su costumbre el rubio tenía un plan para que todo saliera perfecto por lo que se había estado preparando desde hace varias semanas.

-Siempre es bueno planear las cosas de ante mano- habían dicho ambos mientras se dedicaban a comprar todo lo necesario para adornar su casa con motivo de Halloween.

Aquello no fue tan difícil pues se organizaron de tal manera que no dejaron ningún detalle al azar. Por otra parte, Sherlock se encontraba realizando un viaje para entablar relaciones con un nuevo laboratorio en irlanda así que si todo salía bien estaría de vuelta justo para el día de la fiesta. Esta vez se realizaría en casa del profesor de matemáticas así que debían tener todo listo.

-Mira papá, estos esqueletos son adorables - dijo la chica mientras admiraba aquellos.

-Tu otro padre pensaría igual- dijo William mientras suspiraba- ¿quieres comprarlos no es así, Jess?

-¿De verdad?

-Muy bien, no sería tu papá si no te consintiera- le dijo con aquella sonrisa encantadora.

-¡Realmente eres el mejor papá, Liam!

-te pareces tanto a Sherly- mientras acariciaba la cabeza de su hija

-¿en serio?- dijo ella un poco avergonzada.

-Así es, has tomado sus costumbres y expresiones.

La chica se sonrojó furiosamente pues no se esperaba aquellas palabras de parte de su papá las cuales habían sido dichas con tanto cariño. Ella siempre había querido encajar en una familia y ahora que lo hacía no podía contener su sonrisa.

-es adorable- pensaba William muy encantado con su hija adolescente

-Entonces voy a comprarlos, espera aquí papá.

Fue donde la vendedora y pago el articulo el cual le fue dado para que lo pusiera en su bolsa de compras cuyo color era un bonito celeste. Todavía quedaban varias cosas que comprar, pero como eran organizados habían diseñado todo un plan para optimizar su tiempo, haciendo cálculos perfectos para alcanzar a preparar todo para la gran y tenebrosa noche. La siguiente parada fue para comprar una gran calabaza a la que le tallarían una cara.

-No puedo decidirme todas parecen perfectas- dijo indecisa Jess

-Hay que escoger la que tiene la mayor circunferencia ¿No crees, querida? – le dijo con cariño William

-Tienes razón papá. Mmm si no me fallan mis ojos debería ser ¡esta! - le dijo muy sonriente mientras apuntaba una gran calabaza

-muy bien- dijo William mientras aplaudía satisfecho de que su hija fuera tan buena en matemáticas.

-Ahora queda buscar los dulces, el tío Louis junto al tío Moran se encargarán de traer un postre secreto ¿Me pregunto qué será? - dijo ella pensativamente mientras tomaba su mentón tal cual lo hacía William.

-Estoy tan orgulloso- pensó el rubio al observarla- Yo creo que será muy delicioso.

-Muy bien, ayúdame a comprar los dulces por favor, papá- le dijo muy sonriente la chica que después de un año se había acostumbrado a no ser tan cortés con sus padres.

Entre calabazas y telarañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora