Capítulo 3: El chico misterioso

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Al día siguiente, Taehyung se levantó con sus ojos hinchados y con el escandaloso ruido de una campana que no dejaba de sonar. Después de unos 5 minutos, aquel ruido cesó y se preguntaba mentalmente qué fue eso.

En las habitaciones había un baño privado para respetar la privacidad de los estudiantes, por lo que, el castaño se duchó para intentar bajar la hinchazón de sus ojos por haber dormido tanto (casi 10 horas) y para terminar de despertarse.

Al cabo de unos minutos, salió del baño para vestirse con una ropa cómoda y bonita. Unos jeans con un jersey holgado de color blanco y sus gafas graduadas. Al mirarse en el espejo, se quedó satisfecho con el resultado de su outfit, así que cogió su horario y teléfono y salió de su habitación memorizando el número de esta. 

En su horario ponía que estaba registrado en el segundo turno de desayunos y que empezaba a las 9:00 en punto. Miró el reloj de su móvil y al darse cuenta que tenía bastante tiempo, decidió investigar un poco el lugar antes de ir al comedor que se hallaba en la primera planta antes de salir al patio.

En cada pasillo, había una persona del centro vigilando que no hubiese bulla ni desorden. Estos se encargaban de poner partes a todos aquellos alumnos que infringían las normas y que hacían que los espacios del centro no fueran tranquilos. 

Taehyung se fijó en uno de ellos y su mirada le transmitió frialdad. 

Esa mirada que nunca vio antes. 

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Tragó saliva y siguió su camino mientras suplicaba no encontrarse con ese hombre nunca más. 

Después de una visita bastante rápida de las instalaciones del internado, Taehyung fue hasta el comedor para desayunar. 

Al llegar, cogió una bandeja y se sirvió unas tostadas con mantequilla y mermelada, un chocolate caliente y un trozo de tarta de fresas. Se quedó sorprendido por aquel postre puesto que no pensaba que allí lo iban a hacer.

Era su tarta favorita. 

Después de coger las cosas, visó una mesa vacía en una esquina. Sin pensarlo dos veces fue a la mesa vacía y se sentó para comenzar a desayunar lo que había elegido. 

Su madre siempre le decía que tenía que desayunar muy bien porque es la comida más importante del día. 

Estaba todo riquísimo. 

Mientras iba a terminar una de las tostadas, escuchó una voz familiar. 

Era Jimin, el chico que conoció el día anterior. 

—Hola chico nuevo. Veo que compartimos horario de comidas.

— Hola... s-si..

—Que bueno, ya tengo a alguien para poder conversar todos los días mientras como— le sonríe al chico— . ¿Qué tal tu primer día? ¿Pudiste dormir?

Antes de responder, el rubio se sentó enfrente del chico para comer su desayuno acompañándolo.

— Pues bien, creo. Dormí bastante y me despertó una horrible campana.

Hizo un puchero antes de beber de su bebida.

— Oh, pero mira que tierno.. Bueno, no te preocupes, esa campana suena todos los días a la misma hora así que terminarás acostumbrándote como todos lo hemos hecho.

Jimin miró la bandeja del chico y empezó a reír.

— Pues si que despiertas con hambre

— Siempre me han educado que hay que desayunar muy bien

I learned to love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora