Capítulo 2: Nuevo comienzo

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1 de marzo de 2021, lo que significa que un nuevo curso escolar comienza en el internado Vandersville.

Como cada inicio de curso, los padres llevan a sus hijos al centro y los dejan allí con un par de maletas y un beso en cada mejilla. Los nuevos alumnos impresionados ante tal edificio entran corriendo para inspeccionarlo y, en cambio, los alumnos que ya formaban parte de los archivos del internado entraban desanimados rumbo a su habitación.

El ambiente era muy distinto para ambos tipos de alumnos y generalmente los primeros días del alumnado nuevo bastaban para que terminasen con la misma actitud que los demás individuos del centro.

Este año Kim Taehyung entra al centro como un nuevo alumno. Sus padres al haber conseguido tanto prestigio y tanto dinero con su empresa, decidieron expandirse mundialmente, por lo que no tenían el tiempo suficiente de cuidar a su hijo en condiciones. Así que tras ver un anuncio del internado y buscar unas cuantas reseñas en la red del centro académico, decidieron llevar a su hijo allí para que tuviera un hogar, una buena enseñanza y amigos.

Efectivamente, el pobre chico no conseguía tener amigos fiables ni estables puesto que toda la gente que se acercaba a él, se aprovechaba para conseguir algo de dinero o de valor.

Taehyung al ser tan ingenuo, nunca veía lo malo de las personas cuando se acercaban y eso le ha llevado a pasar muchos malos tragos y muchas malas anécdotas que sería favorable borrar.

Esta oportunidad es la idónea para que Taehyung haga amigos, según sus padres, ya que cada alumno que está allí tiene el mismo estatus social que él. Este hecho hace que la gente no se acerque por simple interés, sino que por el hecho de conocer a la persona y hacerse amigos.

O eso creían sus padres.

El primer día de Taehyung en el internado bastó para darse cuenta de que la gente miraba a los demás por encima del hombro siempre. El dinero transformaban a las personas hasta el punto en dejar de lado a cualquier persona que no tuviese una cuenta corriente con muchos ceros.

A pesar de la fortuna que la familia del joven posee, Taehyung es muy honrado y no presume de nada. De ahí que ese comportamiento lo odiaba.

Después de la despedida con sus padres, el jefe de estudio salió al patio para recibir a todos los nuevos alumnos. Taehyung estaba muy nervioso. No conocía a nadie. Daba igual si miraba a su izquierda o a su derecha, todos eran desconocidos.

Después de unos minutos, todos los alumnos nuevos ya estaban delante del jefe de estudios por lo que este comenzó a hablar.

—Bienvenidos a todos y todas. Soy Kang Kyu-Bok y este curso voy a ser vuestro jefe de estudio. Sé que estaréis perdidos y nerviosos por estar en un nuevo centro con personas que nunca habéis visto. Pero tranquilos.

Después de una pausa para visualizar a todos los alumnos, el jefe de estudios chascó los dedos y otra persona apareció con una montaña de libros en las manos.

—Bueno chicos y chicas, este es Kim SeokJin, el secretario del internado. Siempre que tengáis dudas sobre vuestro horario o o apetece apuntaros a alguna actividad que ofrecemos, él es la persona a la que tenéis que acudir. Ahora se os va a repartir uno a uno el libro con las normas y horarios del centro. Es primordial que lo leáis y lo aprendáis para tener una grata convivencia con todos.

El orador miró al secretario y este empezó a dar los libros que tenía consigo a cada alumno que escuchaba con atención las palabras pronunciadas.

Cuando Taehyung obtuvo el libro se quedó perplejo por el tamaño y peso de este.

¿Ahí solo estaban las normas y horarios?

¡Si parecía una enciclopedia!

Suspiró levemente agachando su cabeza para mirar el suelo y cuando quiso volver a elevar la mirada, el jefe de estudio terminó de hablar y se despidió para volver a su cargo.

Además, los alumnos dentro del libro tenían el folleto con el número de habitación que les había tocado.

A Taehyung le había tocado la habitación 376.

¿Dónde estaba eso?

Nervioso y perdido, el azabache cogió sus maletas y se adentró en el edificio. Era enorme, con escaleras de madera antigua adornada con una alfombra. Por las paredes colgaban cuadros de los siglos XVII y XIX. Estaba sorprendido.

Mientras iba embelesado se chocó con una persona cayendo al instante al suelo. Se levantó rápidamente y empezó a hacer reverencias a la persona con la cual se chocó. Paró en el momento en que escuchó una risa para mirar a la persona.

—Menudo choque, ¿fuiste en un pasado jugador de sumo?

—Eh... y-yo..

—Tranquilo, tranquilos solo bromeo. Soy Jimin, un placer.

El ajeno extendió su mano y Taehyung con nervios la apretó a modo de saludo.

—Madre mía chiquillo estás sudando como si no hubiera un mañana. ¿Estás bien?

—S-Sí.. solo que.. ay qué vergüenza... Perdón por el choque..

—No te preocupes... ¿Tú eres nuevo verdad? Porque nunca te he visto por aquí.

—Sí, este es mi primer año... pero esto es muy grande y creo que me he perdido.

—A ver, a dónde tienes que ir que yo te llevo.

—Pues... —mira el folleto con el número de su habitación—. A la habitación 376.

—Oh, eso no está muy lejos de aquí, venga sígueme.

El chico comenzó a caminar y Taehyung volvió a coger sus maletas y comenzó a seguirle.

—Y bueno, de ¿dónde eres? —inició la conversación el ajeno.

—Pues de Daegu... pero mis padres se mudaron a Seúl y después de un tiempo me llevaron allí con ellos.

—Oh entonces vivías solo en Daegu, qué divertido.

—Oh no, no, no.. vivía con mi abuela.

—Ah, ¿tienes buena relación con ella?

—Mucha, es como mi segunda madre.

—Qué bonito, yo apenas hablo con la mía.

—Lo siento...

—No te preocupes —el chico lo miró y después sonrió—. Me caes bien, eres muy distinto a las personas que hay aquí.

Ante tal comentario, Taehyung casi se atraganta y se sonrojó.

—G-Gracias.. tu también me caes bien.

Después de seguir conversando después de aquel momento algo incómodo, Jimin se paró delante de una habitación.

—Bueno, esta es tu habitación. La mía es la 349 así que no estamos tan lejos. Si necesitas cualquier cosa ven y te ayudo. Ahora te dejo que descanses, hasta otra Taehyung.

El rubio le sonrió y antes de que el azabache pueda despedirse de él ya estaba caminando en dirección contraria.

Taehyung suspiró y entró en la habitación alucinando con la amplitud de esta. Acomodó todas sus cosas y al acabar decidió tumbarse en la cama para descansar.

Su viaje había sido agotador además del cambio.

Así que se durmió sin saber la aventura que le esperaba en aquel internado al día siguiente.

I learned to love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora