II

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—Pero

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—Pero... ¿Te ha llamado? —preguntó preocupada su madre.

—No.

—¿Y Fukuro-san?

—Tampoco.

Un silencio se presentó por el otro lado de la llamada.

Su madre se sorprendió muchísimo, seguía anonadada argumentando de que la hermana de Sachiro se veía bastante saludable y que era sumamente joven para morir. Ella no podía ocultar su sorpresa en sus palabras.

Korai solo se sentía irritado por todo lo que estaba pasando.

Lo peor de todo esto era que fue su madre quien lo llamó a él. Si Korai ya andaba lleno de rabia, lo que le dijo su madre hizo que empeorara su mal humor. Pudo haber echado espuma por la boca de la rabia y la impotencia que sentía.

Su madre se enteró de la muerte de Shõko-nee fue por las noticias.

Claro, ya había pasado bastante tiempo desde la mañana a la noche; pero daba igual.

¿Donde estaba la privacidad que se merecía cualquier ser humano?

Sí, esta bien, Hirugami Shōko era una jugadora profesional de primera división y estuvo en el equipo nacional femenino de Japón, ella era una figura pública.

Al igual que él o Ushijima o Kageyama.

Muy bien, ella lo era. Sin embargo, sus progenitores no. Las preguntas que le hacían a su madre o a su padre eran demasiado personales, lo peor de todo era que por más que buscaba en algún lado no veía a Sachiro en ninguna noticia.

Fukuro si mandó a volar a los fastidiosos paparazzis que estaban como buitres en el hospital donde estaban.

Korai no dejaba de caminar de un lado a otro con gran desesperación.

Su novio seguía sin llamarlo.

De no ser por las noticias no sabría que ya llegaron al lugar donde debían estar, aunque sí que le inquietó que solo mencionaran a Fukuro.

Seguía estresado por todo.

El entrenamiento acabó más temprano de lo previsto debido a que todos se mostraron conmocionados por el asunto personal de su capitán y no conforme con eso; la mayoría, al menos, habló una vez con Shōko.

De los tres hermanos Hirugami era la más habladora.

Nuevamente le dieron ganas de llorar.

Recordó con pesar cuando se tomaron una foto en las olimpiadas para enviársela a sus respectivos familiares, solo para mostrar la gran alegría que estaban sintiendo en ese momento, o las veces que ella se colaba por los pasillos a comer pastel de los chicos que cumplían años del equipo nacional masculino.

Y hablando de equipo masculino, sus compañeros le estaban dando sus condolencias. Hinata, Kageyama y Ushijima le enviaron mensajes más largos con la promesa de que seguirían en contacto; y Gao al cansarse de llamar a Sachiro llamó a Korai para ver como estaban las cosas, para su sorpresa y desgracia, no pudo tener tanta información como deseaba, no hablaron más allá de lo que él sabía y terminaron en un silencio completamente incómodo.

I Will Always be with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora