Iris hizo algo que no debía, eso le trajo problemas.
Su personaje literario favorito ahora está suelto por el mundo real, y va por ella.
fecha de publicación: 23/10/2021
Siempre he sido de las personas que creen que lo ficticio es mucho mejor que lo real. Que equivocada estaba.
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Las cosas pasan por algo.
Narra Iris:
Fui la última en terminar de cambiarse de ropa para la clase de educación física, el vestidor de chicas ya estaba vacío por lo que me resultó más cómodo tirarme en el suelo para retomar mi libro.
Me daba igual faltar a esa estúpida clase, él entrenador siempre se creía todas mis excusas si sonreía bonito o le daba halagos. A veces me daba asco la manera en cómo me observaba, era un tipo muy guapo, pero seguía estando casado.
Y de igual manera seguía usándolo a mi favor.
Olvidé mi realidad y me dejé absorber por la ficción a pesar de ser la tercera vez que leía este libro, seguía enganchándome del personaje principal como si fuera la primera vez que mis ojos leían su nombre impreso en la hoja.
No duró mucho mi momento feliz ya que escuché un jadeo angustiante hacerse presente en los vestidores. Con rapidez a me puse de pie al ver a Sam (uno de mis compañeros) entrar sangrando de la nariz, parecía asustado y no tuve que preguntar por qué cuando escuché las voces masculinas de los peores chicos de todo el colegio acercarse.
Sam me dio una mirada de ayuda, así que me acerqué a él, le di mi libro y lo estampé contra la pared, me posicioné en la puerta cuando Shawn y sus secuaces tuvieron la intención de entrar.
—¿Qué hacen? — pregunté inocentemente.
—¿Has visto al flacucho?
—No sé de quien hablas.
—Me refiero a...— dijo su apellido con recelo. Me encogí de hombros y negué con un puchero.
—No y no creo que ese fideo se atreva a poner un pie en un lugar rodeado de chicas— el grupito de chicos soltó risas burlonas, mientras en el interior me sentí mal por decir esas palabras tan crueles mientras mi mano cubría la boca del perseguido.
