Capítulo 3

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Una última noche.

💀

Narra Iris:

La película no estuvo nada mal, la pasé de maravilla, al menos con Sam y Nick.

Cloe pasó en su teléfono o comiendo dulces y cada vez que volteaba a ver de reojo a Jessica la encontraba besándose con Diego, intenté no ponerles tanta atención, aunque me era difícil porque, o me estaba volviendo paranoica o podía jurar que Diego no paraba de observarme.

Pero, dejando de lado ese momento incómodo, fue agradable y no me arrepiento de haber aceptado la salida.

Al salir del cine, el cielo ya había oscurecido, las chicas y Diego se despidieron de nosotros y el par de mejores amigos me acompañó hasta el lugar donde había estacionado mi motocicleta.

—¿Estás segura de que no quieres que te acompañemos a tu casa? Puedo conducir detrás de ti.

—Sam, vives del otro lado de la ciudad, perderás el tiempo yendo hasta mi casa.

—Le gusta perder el tiempo conduciendo por la noche y no, no es broma, lo digo literal— Sam puso los ojos en blanco y Nick y yo reímos.

—Gracias, pero no es necesario, les avisaré al llegar para que no se preocupen más de la cuenta ¿sí?

Ambos asintieron y nos despedimos, Nick besó mi mejilla, comencé a acostumbrarme en tan poco tiempo a ese tic suyo y Sam me dio un ligero apretón de manos.

—Nos vemos en clases.

Comenzaron a alejarse de mí y subí a la motocicleta, no sin antes guardar mi bolsa y el cuaderno, el cual casi pensé en tirar a la basura ya que en realidad no lo necesitaba tanto, pero para más de algo lo utilizaría luego, prendí el motor y me coloqué el casco para regresar a mi casa.

El camino no fue tan tardado, abrí la cochera y guardé la moto de papá, perfecto, nunca se daría cuenta que la utilicé... aunque nunca se daba cuenta de nada. Entré a mi casa y me quité las botas en la puerta que daba entrada a la cocina, con el cuaderno y mi bolsa en mis manos subí hasta mi habitación, al cruzar la puerta escuché como afuera el cielo tronaba.

Ojalá cayera una tormenta para que cancelen las clases y no tenga que ir mañana al colegio.

Esperando que mi deseo se cumpliera, comencé a quitarme la ropa para buscar mi pijama, debajo de mi cama salió mi gata: Marie; pasó su cola por mis piernas desnudas y subió al colchón para ronronear al notar el cuaderno, coloqué mis manos en mi cintura, solamente en ropa interior y me encogí de hombros.

—No pude deshacerme de él, te lo regalo.

La gata ladeó la cabeza por un lado y levantó la cola con entusiasmo, fruncí las cejas al verla restregarse con él viejo cuaderno, no era algo común de su parte.

—¿Qué haces?

Miaaaaau.

¿Y qué significaba ese Miau?

Marie dejó de lado el cuaderno y se subió a mi estantería llena de libros, la seguí con la mirada, la gata estaba buscando algo en los estantes, pero... ¿Qué buscaba? ¿O por qué?

—Estás empezando a asustarme, amiga.

Se escuchó un trueno que me hizo dar un pequeño brinco y al mismo tiempo mi gata dejó caer un libro al suelo, a diferencia de otras veces donde la hubiera regañado, caminé hasta el libro y lo recogí del suelo.

Oh no, no podía ser.

—¿Cómo...?

Al ver la portada me quedé sin palabras y negué.

All I Want (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora