Capítulo 08.

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28 de Octubre de 2014

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28 de Octubre de 2014.

Paso mis dedos a través de las hebras de mi cabello para acomodarlo de la manera en la que más me gustaba. Suelto un suspiro al mirarme por el espejo mientras hago esa labor e involuntariamente muerdo mi labio inferior al recordar lo sucedido hace un par de noches en casa de los Malik. A decir verdad, ese recuerdo viene invadiendo mi memoria desde el momento en el que pasó, cuando Zayn puso sus manos sobre mi cintura en automático mi cuerpo se tensó y me erguí rápidamente para estar en una posición que no se viera tan obscena si alguien aparecía de improvisto pero eso solo fue un error puesto que el agarre que el hizo me permitió sentir más su calor.

Aprieto los ojos al detener el movimiento de mis dedos a mitad de mi cabello porque todo lo que estaba invadiendo mi mente no era más que un recuerdo que debía olvidar aunque no quisiera hacerlo. Por mucho que deseara que eso se volviera a repetir no podía permitirlo ni tenía que buscarlo porque estaría siendo una mala persona al intentar algo que está prohibido.

Tres toques en la puerta me sacan de mis pensamientos y suelto un suspiro. Zayn Malik no era más que el padre de mi mejor amiga, un esposo que amaba a su mujer con la misma intensidad que mi papá quiere a mi mamá y, me debo reprender por haberlos estado espiando cuando él se acercó a su esposa para tomarla como lo había hecho conmigo minutos antes.

—Sino sales en este momento me iré sólo —la voz de Paul hace que velozmente vuelva al presente y paso de manera frenética mi cabello hasta que queda relativamente presentable. Nuevamente toca la puerta, esta vez mucho más fuerte que la anterior—. ¡TIENES 3 MALDITOS SEGUNDOS PARA SALIR DE AHÍ O CONSIDÉRATE EN PROBLEMAS! —el grito de Paul hace que salga en un dos por tres del baño.

Abro la puerta para encontrarme a mi novio recostado en el marco de la puerta con la mandíbula apretada y sus fosas nasales plenamente expandidas por su respiración incontrolada. Trago en seco al no saber si darle una disculpa o sonreír pero, lo que hago es permitir que mi boca se tuerza en una mueca y es esa acción la que hace a Paul abrir enormemente sus ojos para después tomarme fuertemente por la muñeca. Siento como mi espalda impacta contra pared y un gemido de dolor escapa de mi boca por el golpe recibido.

El agarre que mantiene en mi muñeca se intensifica por lo que un sollozo escapa de mis labios debido al doble dolor que estaba experimentando en ese momento y, sabiéndolo, Paul astutamente levanta mi mano que estaba prisionera de la suya para azotarla contra la pared. Pega su cuerpo más al mío hasta que no hay ningún espacio disponible y su frente está conectada con la mía. Sus ojos verdes son fríos y en este momento me asusta porqué sé lo que está por pasar.

—¿Te crees muy inteligente, no? —niego de manera rápida. Una sonrisa sádica tira de sus labios —. Eso creí —deja un beso en la comisura de mis labios—, sino tuviera que ir a esa estúpida reunión con mi padre, en este momento sabes que estarías siendo castigada.

Muevo mi cabeza en señal de estar de acuerdo con él por lo que con su mano libre me toma por la barbilla, está demás decir que su agarre tiene muchísima fuerza por lo que es probable que me queden unos hermosos hematomas —nótese el sarcasmo en estas palabras—, Paul vuelve a dejar otro beso sobre mis labios y sin mucho cuidado me suelta haciendo que suelte todo el aire que estaba conteniendo en mis pulmones ante el miedo de haber estado propensa a que me lastimara.

Desnúdate | Z.M |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora