Capítulo 03.

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28 de Septiembre de 2014

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28 de Septiembre de 2014.

En tanto la voz de Lilibeth pronuncia mi nombre, sé que estoy jodido porqué mi polla reacciona al oír ese meloso tono que me tiene plenamente hipnotizado. Suelto un suspiro al saber que, por mucho que quisiera fingir ser el honorable padre que mi hija espera, no lo lograría por el simple hecho de que mi nueva adquisición aclamaba por mí y, no existía razón alguna por la cual deseara negarme la satisfacción que esa pelirroja me proporcionaba.

―¿Vendrás? ―me interroga con esa sedosa voz que siempre me tiene en el borde.

Lo único que atino a hacer es mirar a mí alrededor para verificar que no hubiera alguien que me escuchara ya que lo último que quería era el notificar a mi esposa o mi hija acerca de mis movimientos que suelo hacer a sus espaldas y, la razón por las cuales ellas pasan a segundo plano en mi vida.

—No amor, en este momento no puedo ―dije, una vez que corroboré que nadie podía escucharme― y, creo que no podré ir a verte esta noche.

—Pero bebé, tú dijiste que vendrías a verme. Hace tiempo que no nos vemos.

Solté un suspiro.

Ella tenía razón – aproximadamente como una semana había pasado desde nuestro último encuentro – pero, no era por qué no quisiera verla sino que el estrés del trabajo y la insistencia de Emma, me tenían al límite de la desesperación. Sin embargo, la idea de ver a Lil, me tentaba de sobremanera debido a que la extrañaba bueno, extrañaba su cuerpo más que nada.

—Sé lo que te dije nena ―me pasé las manos por el rostro ― pero ahora tengo un compromiso muy importante al cual no puedo faltar.

Seguido de que esta palabra salió de mis labios, una mueca se formó en mi boca al darme cuenta de la estupidez que estaba diciendo porqué por un lado la razón lógica me decía que en algún punto Nicole se hartaría de toda la mierda que hacía y, la perdería pero, por otra parte mi razón poco ortodoxa, me decía que aún tenía tiempo de remediar cualquier estupidez que hiciera porqué ante todo soy su padre y ella me perdonaría lo que hiciera debido al amor que sentía hacia mí.

—¿No puedes cancelarlo? ―cuestionó, tentando su suerte ya que conocía a la perfección mis reglas.

Segundos después de un debate mental que se llevaba a cabo en mi cabeza, deje que lo que más me convenía, ganara la batalla.

—No creo poder, hoy es el evento de Nicole y después iremos a cenar en modo de celebración ― escuché un suspiro por el teléfono – Pero, ¿sabes algo...?

Un jadeo de emoción se escuchó por la bocina y una sonrisa tiro de mis labios.

—No lo sé mi amor, ¿Qué sé? ―Susurro sensualmente.

—Podría no ir a esa cena ―podía apostar a que Lilibeth estaba sonriendo―. En su lugar podría tener una noche divertida, ¿No crees? Después de tanto trabajo, una sesión de relajación no me caería nada mal.

Desnúdate | Z.M |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora