A finales de Enero no era poco común que el sol estuviera a todo, mientras escuchaba los cuchicheos a su alrededor Neymar casi se olvidó de dónde estaba. Sus padres habían ido a conocer a su nieto después de ignorarlo todo el embarazo, le parecía surrealista ver a su padre tan feliz con su cachorrito en brazos.
—¿Cómo pasaste tu embarazo, Ney?
—Tuve mucha ayuda—Dijo, suspirando. Vio a su padre sonreir cuando su pequeño Davi le agarró el dedo.
—Sabrás que pienso malcriarlo como ningún niño ha sido malcriado en el mundo ¿verdad?—Esas fueron las primeras palabras que su padre le dedicó desde que entraron al departamento.
—Eso será difícil teniendo en cuenta que estarán en Brasil—Inquirió Neymar algo confundido.
Su madre se acomodó en el sillón y lo miró seria.
—Tu padre decidió que nos mudaremos aquí para poder ayudarte con el cachorrito, él podrá quedarse con nosotros y podrás verlo cuando quieras—Dijo, la expresión de Neymar se endureció de inmediato.
—Quieren quitarme a mi cachorro—Murmuró, súbitamente alerta, estirando los brazos en dirección a su padre que le devolvió al bebé inmediatamente a pesar de que este parecía inconforme con el cambio.
En estado de alerta se quedó parado con su hijo en brazos, la tensión en la sala se volvió espesa y el silencio reinó por unos minutos hasta que su padre tomó la palabra.
—No es eso hijo. Si no regresas ahora tu carrera estará terminada, y aún tienes unos buenos 10 años jugando si te mueves ahora—Trató de razonar su madre.
—Pero Davi m-
—No vengas ahora con estas tonterías de Omega hogareño hijo, nunca dije nada de tu modo de vida en España pero esto es una locura.—Le reprochaba—¿Cuando piensas empezar a entrenar? ¡Estas echando a perder todo!—Cada palabra dicha iba en aumento, el olor a enojo que desprendía era invasivo, territorial.
—¡Solo pasó dos meses de su nacimiento, es muy pequeño todavía!
—¡Estás de broma! —Murmuró el alfa y agregó con su voz de mando—No voy a dejar que desperdicies tu vida como lo que has hecho los últimos ocho meses.
—Estaba embarazado seis meses atrás y cuidando solo a mi cachorro desde hace dos—Reclamó el moreno, subiendo la voz. Su padre soltó un gruñido instintivo que hizo retroceder al Omega, pero su expresión no se relajó.—No voy a volver al campo, Padre. Davi me necesita ahora.
Cuando su hermana Rafaella entró en la sala, observó el escenario desastroso que se avecinaba, su padre se acercaba gruñendo a Ney mientras este estaba en una pose defensiva respondía del mismo modo, escuchaba el llanto de su pequeño sobrino. Dejó caer las compras corriendo al encuentro.
—¡Padre no!—Colocándose frente su padre bloqueando el paso hacia su hermano, trató de hacerlo razonar—Venimos a hablar, ¿Recuerdas? también a conocer a tu nieto y ver a Ney.
En ese instante su madre se acercó a tranquilizar a su pareja esparciendo su aroma, Neymar por otro lado, tranquilizaba al cachorro que lloraba fuertemente, lo llevó a su habitación para calmarlo hasta hacerlo dormir, cosa que fue difícil debido a que el omega temblaba. Antes de volver a la sala donde lo esperaban, pasó por el baño donde mojó su cara y obligó a tranquilizarse.
—No creo estar pidiendo algo poco razonable.—Le dijo a su padre al verlo llegar, su hermana le entregó té antes de continuar su charla.
—Es mi hijo, no tienes ningún derecho sobre él como para querer algo así.
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Detras del tridente || MessixLuisSuarez 《Omegaverse》
FanfictionDespués de décadas en donde los omegas fueron excluidos de todos los deportes existentes, con protestas y exigiendo un trato más justo, muchos obtuvieron una oportunidad de sacar a relucir sus talentos en los deportes. Tuvieron que pasar muchos años...