Mi razón.

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-Sabes... tengo una personalidad terrible...- Satoru llamo la atención de Ijichi, mientras se encontraban en la morgue, cerca del cuerpo de Yuuji.

-Lo sé...- contestó sin querer el asistente de dirección.

-Ijichi, te estás ganando un golpe...- riñó Satoru, ante el susto del primero. -Ser profesor no es mi estilo, ¿sabes por qué decidí enseñar en nuestra escuela?- cuestionó pero el asistente no sabía que decir. -Pregúntame...- ánimo el peliblanco.

-¿Por qué?- cuestionó con cierto nerviosismo.

-Porque tengo un sueño...

-¿Un sueño?- aquello sorprendió a Ijichi.

-Como Yuuji mostró, los mandamases de la hechicera son un grupo corrupto... necios, mojigatos, chapados a la antigua, arrogantes e idiotas...- suspiró con fastidio. -Son un montón de mandarinas en rebaja, quiero reiniciar el putrefacto mundo de la hechicera, matar a los peses gordos sería pan comido, pero eso implicaría reemplazar a los mandamases sin revolución alguna... y si eso sucede nadie me seguiría...

Satoru explicaba mientras el enojo se apoderaba de sus facciones, no sólo pensando en Yuuji, había otra razón por la cual deseaba acabar con los peses gordos...

(T/n)

Marzo de 2008

Una junta de los mandamases de la hechicera se lleva a cabo, sobre la mesa hay un tema nada nuevo.

-Sin duda Gojo Satoru está demostrando que se convertirá en el hechicero más poderoso de esta era... debemos asegurar que su poder esté siempre de nuestro lado...- aseguró uno de aquellos ancianos.

-Conforme ese mocoso va creciendo se muestra más y más arrogante, usar la fuerza no es opción, acabaría con nosotros fácilmente...- aseguró otro.

-Ni siquiera el propio Clan Gojo podría detenerlo...- aseguró el primero que habló.

-Entonces para este tipo de casos, no se necesita la fuerza...- señaló Gakuganji. -Necesítanos usar los sentimientos...

-No me convence... Satoru se muestra como un ser sin sentimientos... arrogante y frío, ¿crees que sea posible ese plan?- cuestionó otro de los ancianos.

-Después de todo ese mocoso es el líder del clan Gojo, para preservar su linaje se necesita su unión con una familia de hechiceros digna...- tomó la palabra Gakuganji.

-Acaso estás pensando en...

En los siguientes días Satoru era convocado ante los mandamases, él de mala gana accedió a ir, al parecer tenían algo que decirle, el joven hechicero se esperaba cualquier cosa, menos...

-¿Una prometida?- cuestionó con desagrado y molesto.

-Ya estás en el cuarto año del instituto, apunto de graduarte, como cabeza del clan Gojo también debes pensar en seguir tu linaje...- regaño uno de los ancianos.

-Es un fastidio... ¿por qué debería hacerles caso?- cuestionó fríamente, a un par de los presentes se les erizó la piel.

-Sabemos que no podemos obligarte...- tomó la palabra Gakuganji. -Pero es inevitable... en estos días la joven seleccionada irá a la residencia Gojo...

Muchas personas relacionadas al mundo del Jujutsu, se comenzaba a enterar que Gojo Satoru sería comprometido, otros se cuestionaron quién sería la pobre joven que caería en manos de aquel arrogante hechicero.

Una noche antes del día de la presentación, el grupo de mandamases llegaban a una casa tradicional, era pequeña y estaba custodiada por hechiceros, al entrar en la sala se encontraba una joven de cabellos (t/c), piel (c/p), vestía un elegante kimono y en sus muñecas eran visibles talismanes.

One-shot: Mi razón. (Jujutsu Kaisen. Satoru y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora