En un cerrar y abrir de ojos ya estaba en el suelo tratando de distinguir sus rostros, aunque.. saber la identidad de cada uno, no sé si me serviría en un futuro. Digo, después de tantas patadas en mi estómago y golpes en mi mejilla con unas grandes suelas de zapato, el estar vivo sería un milagro. ¿No crees?
Estaba tan cansado, Namjoon.
Juro que iba a dejarme matar de una maldita vez. Todo estaba perdido para mi, el rumor de que los chicos me gustaban se había ido de boca en boca, incluso ya lo sabía el conserje. (Debe ser por eso que ya ni me saludaba) Que estúpido.
en fin. ¿En qué estaba?
Ah, si. El peor error que cometiste.En medio de mis sollozos y quejidos con cada golpe, la sangre correr por mis abultados labios rotos y el estómago que dolía horrores, ahí estabas tú; Podía verte correr desde el pasillo que daban a los casilleros, hasta ese grupo que me rodeaba. Tus ojos café eran tan profundos y tu mirada tan malvada.
Sentí escalofríos.
Recuerdo perfectamente que lanzaste con fuerza tu mochila directo a la cabeza del más alto de esos tontos, ese idiota se lo merecía. Después de eso todos voltearon a verte y dejaron de golpearme por un segundo. Me sentí aliviado, pero temia por ti, aunque.. Después me di cuenta de que ellos estaban en graves problemas.
Te veías como un héroe dando golpes y amenazando, la forma en la que los sostenias del uniforme y los acorralabas como insectos contra la pared. Como tu voz se ponía grave y como las venas de tus manos se marcaban instantáneamente. Tenías sangre en los nudillos. Joder, de sólo recordarlo siento cosas en mi interior.
¿Quizás en ese momento me enamoré de ti? ¿O cuando te acercaste para ayudarme y que me levantara del suelo? ¿O cuando me acompañaste a enfermería? ¿O cuando me dijiste que si algo sucedía podía buscarte? No lo sé, hay tantas opciones.
Pero lo que sí sé y de lo que estoy seguro, es que tomé tu palabra y no paré de buscarte desde ese día. Claro, todo esto fue tu culpa.
[...]
El hermoso y alto Kim Namjoon, volvía de la escuela junto a su mejor amigo de toda la vida, Jung Hoseok. Ambos habían asistido a los mismos centros de educación, una vez terminaron el preescolar. Se la pasaban juntos, cualquiera que no los conociera, diría que eran hermanos. Eran inseparables. Pijamadas juntos, cumpleaños, vacaciones con la familia; un verano con la familia de Namjoon y el otro con la de Hoseok. Navidad y tantas cosas que los hacían uno solo, aunque ambos fueran totalmente diferentes.
Realmente no sé si sea bueno que faltes mañana, tenemos exámen. — señaló el de cabellos rubios — Puedes ver el programa de talentos después en Youtube.
Es que no entiendes — chasqueo su lengua contra los dientes. — Deja que te explico.
Fue ahí que Hoseok comenzó a dar pie de detalles sobre aquel programa, era un especie de Wikipedia parlanchín que no tenía pausa, además de que al terminar de explicar, le dió inicio a contar sobre su participante favorito. Un tal Henry que bailaba y que ahora competía en la semifinal contra no sé quién.
Namjoon no entendía nada, pero asentía y escuchaba atento a cada cosa que decía el más bajo. Este último se asemejaba a un niño, tan entusiasmado, que incluso mañana faltaría a clases por su programa de televisión. Ambos teniendo una linda vuelta a casa, existiendo ellos solos y el ruido del tren acercarse.
¿Tú quién crees que gane? — preguntó con ojos que brillaban —
Namjoon no sabía ni que responder, atinó a decir "Henry", puesto a qué era algo que el castaño había repetido unas cinco veces en una misma oración.
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Hello, Namjoon.
FanfictionUna historia donde el amor hacia un chico se vuelve una obsesión sin control.