「Amores de la confusión 」

Te invito un pase al café/hospital

Cuando despierta, se siente incómodo y perdido, con la mejilla llena de baba. Se sienta en su cama y se queda observando algún punto de su cuarto, notando que llevaba puesta la misma ropa de ayer y que por eso ha dormido de forma tan incómoda.

Ve por la ventana y todavía no ha salido el sol, se ve de forma tenue por fuera de la ventana, eso quiere decir que todavía tiene más tiempo para dormir. Entonces procede a sacarse la ropa y dormir en interiores, ahora su cuerpo se siente más relajado cuando la suavidad de las sabanas toca su piel y vuelve a caer dormido entre la frescura y apacible cama.

Aunque cree que todo pasa en cinco minutos y cuando sus ojos se vuelven a abrir, todo está iluminado y por inercia, vuelve a cerrar los ojos por irritación. El timbre de su celular le empieza a molestar porque le despertó y si es quien cree que es, le va a romper la cara por molestarlo tan temprano. Rebusca por debajo de su almohada el celular y hasta que da con él, ve con los ojos entrecerrados que es una llamada.

"Maldita sea Rindo, te voy a bloquear a como sigas llamándome"

retorna la búsqueda de sus auriculares debajo de la almohada para conectarlos al celular y cuando ya está listo aprieta el botón de llamada. Deja su mano recostada en la pared, cerrando los ojos y contestando a la persona del otro lado de la línea

—Espero que me estés llamando para algo importante Rindo porque estoy a nada de mandarte nuevamente al hospital— vocifera enojado.

—Hey, yo te llamaba para decirte que mi hermano no está en casa y saber si el tuyo si está, pero si me recibes con esas vistas no me puedo quejar mucho— comenta con gracia.

Y cuando Angry le escucha decir eso, abre un ojo mirando a su celular y ve una videollamada.

Va a citar a rindo a una cafetería, le invitara un pastel y una vez que salgan, lo va a mandar al hospital por ser tan tonto e insoportable.

—Rindo prepárate porque vas a visitar al hospital—comienza diciendo— ¿Por qué mierda debes llamar?— y rápidamente bloquea la cámara para que el contrario no lo deje de ver. Su cara se torna roja hasta que siente llegar el rojo a sus orejas pero no sabe si es por la vergüenza o enojo.

—¡Hey! Si tu hermano no se robara toda la atención del mío, no te estaría llamando, me siento solito— y se lo puede imaginar haciendo un leve mohín cuando termina de decirle eso.

—¿Piensas que me interesa? consíguete una vida, si me lo permites, voy a seguir durmiendo— está por cortar la llamada.

—Entonces nos veremos en navidad, déjame decirte que me vas a tener que soportar en todas las comidas familiares y te haré la vida imposible— masculla amenazante.

Esta situación se parece a la de dos niños pequeños discutiendo por un juguete o dulce.

—Tonto consentido de mierda— insulta. Porque ese carácter es de uno y lo sabe bien, pero él no se comporta de esa manera— Son apenas— enfoca su vista en el pequeño horario de su teléfono— las nueve de la mañana ¿Qué mierda haces levantado a estas horas?.

—¿Desayunando como una persona normal? ¿Es que como crees que yo mantengo mi hermoso cuerpo? Despertando temprano y haciendo ejercicios— Dice orgulloso, lo cual es mentira, se ha dignado a levantarse temprano por el hecho de haber ido al baño y ya después no se pudo dormir, ya que se quedó mirando memes.

—Que te jodan Rindo, iré a desayunar, después hablamos—

—A ti también—

Cuando termina la llamada, se ríe, porque de momentos se pueden odiar y en unos pocos se pueden llevar bastante bien. Si no fueran enemigos y el otro no fuera un insoportable busca atención, posiblemente hubieran sido buenos amigos.