Maldición

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Después de perseguir a Rindo, gritando un poco más y que ambos se perdieran aun mas en el transcurso, el peli color le ayudó a volver a casa, aliviado de que su hermano mayor aún no llegara a casa. Tenía tiempo para crear alguna excusa o simplemente dormirse y hacer como que nada pasó, siendo así que eligió la segunda opción.

Todavía estaba asimilando el hecho de que Nahoya mantuviera una relación o cita con Ran y que por destinos de la vida o malas jugadas de está, él, ahora estaba metido en un plan siniestro con Rindo para perseguir a sus respectivos hermanos mayores y que ellos no tuvieran que mantener relación en años futuros.

Recordó precisamente en ese momento que en algún momento debería mandarle un mensaje a rindo solamente para que este agendara su número para un próximo evento.

Resopló cansado y malhumorado, más de lo que su cara se mostraba comúnmente. Rebusco entre sus bolsillos el papel que le había dado Haitani con su número de contacto, pero Souta no lo encontraba, sacando así todo lo que estuviera dentro de sus bolsillos; levantándose en pánico por no encontrar el dichoso papel.

Trata de hacer memoria. Él sabe perfectamente que tomó el papel y lo guardó rápidamente porque quería irse; aunque ahora no se siente tranquilo al pensar que en la corrida que hizo para golpear a rindo, el inmundo papel se ha caído y ahora no tiene para comunicarse.

Respira hondo y piensa si en realidad no se le cayó en su casa. Con fatiga recorre el departamento ojeando cada parte de este con suma concentración si el papelito está por algún lado escondido.

Empieza a morder sus uñas por los nervios de no encontrar el papel, y si ese trozo de hoja aparece cuando este Nahoya presente, está en serios problemas, porque posiblemente agende el número y sepa que es de rindo y todo, literalmente todo se iría por el caño.

Trata de recordar si anteriormente no sacó algo de sus bolsillos, y se recuerda que su celular no fue, porque tenía su reloj de mano, uno que jamás usó, pero ese día, ese bendito día si. Rememora que sacó las llaves, entonces corre a la entrada principal y ve como sobresale un pequeño papelito blanco en la madera, resalta perfectamente que si alguien no lo viera es por otras razones.

Festeja y se encamina por el maldito trozo de papel que le causó tanto alboroto.

Maldijo a Rindo una vez más en el día.

En ese preciso instante que se arrodillo para poder tomar el papel entre sus manos, pudo escuchar ruidos desde el otro lado de la puerta, más como murmullos.

"Te dije que no era necesario acompañarme, sabes que esto podría causar problemas"

"Oh vamos, sabes que no puedo dejar que te pase nada"

"Sabes que si nos ven juntos, ¿se jode todo verdad?"

Después de eso solo pudo notar el silencio y oír una que otra maldición.

Ran acompañó a Nahoya hasta su casa. Todo su sistema comenzó a temblar, por el mero hecho de cómo se estaban tornando las cosas y eso se lo tendría que contar a Rindo, dejando de pensar en muchos escenarios de lo que llegase a ocurrir. Si no fuera por el ruido de las llaves tratando de abrir la puerta, le habrían atrapado oyendo la charla que no debería de oír.

Como puede, huye de la escena lo más silencioso posible, evitando que sus pasos resuenen de forma bruta al correr y poder resguardarse en la tranquilidad de su cuarto, donde ahora puede respirar de forma serena, a paso ligero se dirige a su cama y se desploma cansado sobre esta. Siente que sus párpados pesan pero tiene de prioridad ahora, tratar de agendar el número de Rindo.

Toda una odisea para poder hablar con aquel tonto.

Hace todos los pasos para agendar dicho contacto, dejando instantáneamente un mensaje para ya después poder hablar con más tranquilidad

Hey!" solo textea eso y lo envía. No piensa en decir que es Souta, el contrario debería saber que es él, después de todo, Rindo fue quien le dio su contacto. Solamente pasaron unas horas desde que se vieron.

Bosteza y se deja caer en sus profundos sueños. Después de ese día con tantas noticias que fueron una gran sorpresa, el poder descansar le viene de maravilla; primeramente porque ve a su hermano mayor en una "cita" con el trenzado - gruñe al recordar toda la escena del café- segundo, se encuentra con el hermano menor de este que todavía sigue siendo una molestia. tercero... no encuentra una tercera razón para enojarse, capaz que la de tener que pasar próximamente un par de horas riendo mientras persiguen a sus hermanos mayores.

Ya deja de estar en ese limbo del sueño y la realidad, para quedarse completamente en su mundo de sueños, sin la presencia de los Haitani.

Ya deja de estar en ese limbo del sueño y la realidad, para quedarse completamente en su mundo de sueños, sin la presencia de los Haitani

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No sabe cuánto tiempo pasó, pero sabe que descansó bien. Estira su cuerpo y lo escuchar crujir.

"Estoy sabrosito" piensa, ríe tras eso.

Se acomoda quedando boca arriba, mirando su techo, da un vistazo rápido a la ventana y nota el cielo anaranjado que poco a poco se irá oscureciendo con el transcurso del tiempo.

Vuelve a mirar el techo, perdido en el tiempo, resoplando.

No quiere levantarse pero debe hacerlo, tiene que ayudar a preparar la cena antes de que sus padres lleguen a casa, después de un largo día de trabajo. Se levanta con pereza y se sienta mirando a la zapatilla que yace en el otro extremo de la habitación, perdido en la nada hasta que un par de toques resuenan en su puerta.

-¿Souya?- la voz de smiley se escucha desde afuera, angry responde un simple "Qué" desviando su vista a la puerta- Mamá y papá no vendrán, están en una comida con sus amigos- comenta- podemos pedir comida a domicilio-

Cree que hasta ahora esa seria la mejor noticia hasta el dia de hoy-

-¡PIZZA!- grita emocionado, escucha la risa de su hermano del otro lado y como los pasos se alejan de la entrada de su pieza. Vuelve a recostarse, busca su celular debajo de su almohada. Cuando lo prende, abre los ojos de par en par al ver la cantidad de mensajes que le había dejado Rindo, muy exagerado al decir verdad.

"¿Quien eres?"

"Responde"

"Mierda, dime quien eres"

"Responde"

"Respondeeeeeeeeeeee"

"Si llego a saber quien eres te romperé las putas piernas"

"¿Enojón eres tú?"

"Préstame atención"

"HEY"

"¿Ahora vas a ignorarme?"

"Vete a la mierda"

Souya no podía creer lo exasperado que podía ser Rindo al no contestarle los mensajes. Si ya era molesto verlo, pareciera que por texto también lo era.

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Actuuuuuuuuuuuuuuuuu, en la tarde traigo otra actu. me gustaque sean al menos de mil y como se extendio lo corte con otro.


asi que ahora me ire a dormir un poco (? disfruten!

「Amores de la confusión 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora