🥀El Te Amo que Jamás Llegó [OS] 🥀

Parte Única

[Jacinta]

-Señorita Jacinta ya es hora de su medicamento-

-Tengo que escribir la carta primero-

-Usted sabe que no puede saltarse su medicamento ya que está muy grave de salud-

-Lo sé pero esto es importante-

Y ese día fue el último de mi vida, pero como toda cosa tiene su inició y su final y pues el mío llego de una manera muy dolorosa.

Años atrás

-Hija vamos ayúdame a poner la mesa porque ya casi llega la familia Pérez-

-Si-

-Y también arreglate, tienes que dar una buena impresión-

Entre mi mamá y yo nos apuramos la verdad no me gustaba hacer enojar a mis papás. Y cuando ya habíamos terminado de poner la mesa y ordenar algo de la sala tocaron la puerta, la verdad nuestra casa era un poco grande ya que el terreno si estaba muy amplió.

-Hija corre a abrir, ya sabes que es lo que tienes que decir-

-Si mamá-

Claro cerca de la puerta había un espejo y antes de abrir me fije para ver si no estaba desaliñado mi cabello pero no, así que abrí la puerta.

-Buenos días- salude amablemente a la familia que acababa de llegar estaba el señor y la señora Pérez y su hijo creo.

-Buenos días- Respondieron los tres y me hice aun lado para que pudieran pasar.

-Pasen pasen- los lleve al comedor donde ya estaba todo servido, ni yo entendí a qué se debe la visita tan repentina pero mejor no pregunte.

-Hijita ve a avisarle a tu papá que ya llegó la familia Pérez- y antes de salir del comedor dije con permiso y me salí.

Camine hacia su pequeña oficina, nunca supe en que trabajaba mi papá, según yo tenía una hacienda o algo así pero también tenía animales. Toque la puerta antes de entrar, después de unos minutos escuche un pase.

-Hola papá ya llegó la familia Pérez-

-Gracias ahorita voy-

Y salí de la oficina y cerré la puerta, regrese al comedor donde estaban todos, el chico que venía con ellos se me quedó viendo la verdad me veía a los ojos y me puse nerviosa.

-Oh que maleducados somos- dijo la señora Pérez y se levantó y se acercó a mi- Él es mi hijo se llama Pedro es mayor que tú y ella es Jacinta- en ese momento él chico me volteó a ver y me saludo amablemente.

El desayuno pasó normal entre platicas que no entendía y la mirada discreta de Pedro, debo admitir qué pues feo no es, pero no estoy en edad para eso, además mi papá me dijo que si salía con novio me metía aun convento y no la verdad no quiero ser una monja toda mi vida.

Al final la familia Pérez se despidió y agradeció por la comida y se marcharon.

No se si la idea era emparejarnos porque después de ese día casi siempre qué digo casi siempre, todos los días me encontraba a Pedro ya sea cuando salía a comprar algo al mercado que si estaba lejos o cuando salía para ver el atardecer, es como si él tuviera un rastreador de Jacintas pero siempre me encontraba, la verdad su presencia no me molestaba para nada era buena persona.

La verdad mi infancia fue bonita ya que mi papá puso unos columpios afuera y todos los días salía o a veces mi papá me enseñaba a andar en caballo. Bueno solo cuando llegaba a desobedecer me iba como en feria, no entiendo por qué nunca tuve algún hermano o hermana.