Tinta carmesí

Capítulo 32: Una celda dura

Severus no mostró su preocupación mientras seguía a Dumbledore al Gran Comedor. No tenía nada que ver con que Quirinus estuviera ausente de la mesa de profesores. Eso realmente tenía sentido. Lo que sí le molestaba era que Harry tardaba más de lo esperado en aparecer.

"Muy extraño, ¿no?" Dumbledore reflexionó en voz alta.

"¿Qué quieres decir, Albus?" Preguntó Severus, permaneciendo en alerta máxima. Rezó para que el viejo mago no se diera cuenta de que algo andaba mal con su horcrux.

Dumbledore simplemente tarareó mientras sus ojos rozaban la mesa de profesores, "No veo a nuestro querido profesor Quirrell."

"En efecto." Dijo Severus, sintiendo una mezcla de diversión y alivio. Por supuesto, Dumbledore estaría preocupado por la ausencia de Quirinus. Ha sido cauteloso con Quirinus desde ese traumático accidente de bocadillos picantes. "Mencionó algo sobre una nueva receta la última vez que lo vi, así que quizás eso fue lo que lo retrasó". Severs comentó casualmente a pesar de querer desesperadamente reírse del ahora pálido rostro de Dumbledore.

"Espero que no se deje llevar". Dijo Dumbledore con un notable toque de ansiedad en su voz. A pesar de su profundo temor sembrado de un ataque picante no deseado, su atención fue rápidamente capturada por dos estudiantes que empujaban a los otros estudiantes. "Señorita Granger, señor Weasley, ¿cuál es el problema? ¿Dónde está Harry?"

Hermione se tomó un segundo para recuperar el aliento, "Sam dijo que Harry recibió un aviso de Gringotts y ahora se ha ido. ¡La ventana estaba abierta y una escoba encogida había desaparecido!"

Severus inmediatamente se preocupó después de escuchar eso, pero luego sintió un tirón en su mente, (¿Qué está pasando-)

(¡Harry está en peligro! ¡Vamos a la mansión!) La voz de Tom resonó en la mente del maestro de pociones a pesar de que duró solo una fracción de segundo y nunca vio a Tom.

Dumbledore frunció el ceño y buscó a los Aurores. "Gracias por decírmelo. Severus, dile a Minerva que me iré por el día". Saludó a los Aurores cuando entraron al Gran Comedor.

"Por supuesto." Severus dijo a pesar de estar aturdido por la noticia de que su amante estaba en peligro. "Estoy seguro de que el director puede manejar las cosas desde aquí. ¿No deberían estar ustedes dos sentados?" Preguntó bruscamente mientras miraba a Ron y Hermione.

"¡Yay! ¡Pastel!" Ron gritó, ganándose algunas risitas y miradas estupefactas.

Una molesta Hermione forzó una sonrisa en su rostro, "Sí, profesor." Dijo mientras agarraba a Ron por su cuello, "es el desayuno, Ron. Ni siquiera cerca del postre" siseó claramente avergonzada por el arrebato del pelirrojo.

Severus apenas notó ese extraño arrebato por su propia preocupación, pero se obligó a interpretar su papel, "Minerva, Albus tuvo que irse por Potter." Le susurró al oído de la subdirectora cuando ella entró en la habitación.

"¿Qué hizo el Sr. Potter?" Preguntó McGonagall asumiendo que Harry hizo algo.

"Parece que voló a Gringotts. Albus dice que él se encargará de eso y les dará a todos el día libre". Severus rápidamente repasó su lista mental de excusas para encontrar la mejor. "Considerando todo, creo que sería prudente preparar algo para Poppy".

El profesor de transfiguración suspiró, "Sí, eso sería lo mejor. ¿Qué tan rápido puedes empezar?"

Severus frunció el ceño, "Empezaré ahora mismo. Cuando esté en un punto seguro durante la preparación, enviaré por comida." Apenas escuchó a Minerva estar de acuerdo antes de girarse y pasar a todos los estudiantes.