Rubbier la Emperatriz Perfecta

CAPITULO 0: UN VISTAZO AL FUTURO

Lamento haberlo subido mucho después, pero soy humana y cometo errores, así que aqui se los dejo. o(*°▽°*)o

Posdata mil gracias por su apoyo
(❤ ω ❤)

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No recuerdo el momento en que mi mayor deseo se volvió ser la emperatriz de mi imperio, el imperio Stardimon. Probablemente mi ilusión fue solo una excusa para alejarme de una realidad poco acogedora, la respuesta involuntaria que había creado mi mente para darle un motivo a mi existencia e ignorar los hechos que a mi corta edad me ocurrían. Tal vez la muerte de mi madre a mis 5 años y vivir junto a un padre ausente por la misma causa, no serían los suficientes motivos para quejarme, pero eran los que me habían brindado la oportunidad de ampliar mis horizontes, y entender que había cosas peores. De alguna manera también quería ayudar a evitar que a mi alrededor los demás sufrieran desavenencias aún más complicadas.

Aunque no tenía un apoyo fijo, o alguien con quien compartiera sobre mí, prefería que fuera de esa forma... No quería volver a sentir dolor; esa emoción que carcome el corazón y te destroza el alma. Crear un muro que cubría mis emociones era la mejor opción para simplemente no sentir nada.

Pese a esa falta de atención y soledad, mi enfoque se mantenía en una sola cosa, y eso impedía que mi vida se volviera insignificante: 'el Instituto Corona Imperial'. Esforzarme en ser la mejor era mi objetivo. Mi meta: la corona.

Solo quería vivir mi vida como un gobernante que ayuda a su pueblo.

Con mi esfuerzo e ímpetu logre ganar la prueba que me hacía acreedora al puesto. Mi vida daba un giro enorme, pues poco a poco de nuevo todo mejoraba, mi padre había vuelto a ser eso: un padre. Tenía el apoyo de algunas personas que sin notarlo lograron entrar a mi vida, todo se encontraba bien a mí alrededor, o al menos eso parecía...

Nada es predecible por completo, y el concepto de seguridad solo se puede mantener mientras creamos tener el control de nosotros mismos, pero el futuro, incluso el presente conseguía ser tan inesperado e inimaginable. El príncipe Eduar fue el primero en demostrarme eso: Un hombre enamorado que quería quitarme lo que había conseguido solo para entregárselo a su amada.

Pero aun y cuando ese primer obstáculo acababa de suceder decidió aparecer el siguiente. Elizabeth, una mujer consumida por la mentira que en su propia desesperación se ahogaba cada vez más al fondo del abismo. Ella, quien ya sea por el destino o la casualidad era también la aclamada novia del príncipe, que con esa simple excusa le habían dado el derecho de robar mi esfuerzo. La corona.

Con tantos cambios en mi vida, y la inclusión de muchas más personas en ella, todo mi alrededor se tornó confuso. Miles de acontecimientos que producían siempre un cambio; girando, pareciendo no tener un fin...

Muchas mentiras, confesiones profundas, el inicio de una guerra, peticiones irracionales, conflictos, un par de corazones rotos, celos, y algunos te amo; diversas situaciones que en mi interior hicieron cambiar algo... ¿Qué será?

Pero nada estaba sellado por el destino, así que jure que tomaría el control de mi vida y superaría cualquier obstáculo que se me interpusiera, aun si ese fuera un hombre locamente enamorado.