11 de julio del 2025, Chillán.
Emma, ¿ese era tu nombre?, da igual, hola de nuevo diario, te escribo desde mi segunda casa que por fin se volvió la definitiva, esa que dejé hace muchísimo tiempo y a la que anhelaba día tras día volver, esa que ahora ya no es solo un anhelo ¿puedes creerlo?
Hay mucha nieve a mi alrededor, estoy con frío sentada en la terraza de mi casa, los techos están congelados y en realidad ni siquiera podría escribirte la hora como normalmente lo haría, es difícil saberlo si mi teléfono no está cerca ¿no crees? no tengo buen internet y eso me tiene aburrida (lo que no es una gran novedad) por eso comencé a escribir en ti. Siéndote sincera no recordaba lo bien que se sentía mirar los árboles y el portón de la casa casi blanca por esos copos de nieve. El Baco, ese perro tan joven que jugaba con lo que caía del cielo, ahora es un perro viejo que aún intenta con la poca fuerza que le queda atrapar esos copos con su boca.
-s
16 de julio del 2025, Chillán.
Hola Emma, yo de nuevo, pasaron algunas cosas por las cuales no seguí escribiendo, pero ahora que tengo tiempo puedo escribir lo que pasó ese día.
Mientras escribía mi primo salió a buscarme, estaba nevando, como lo había estado todo el día, pero corrimos como si fuera la primera vez que pasaba, mientras el Baco nos perseguía y dejábamos atrás los árboles nevados llegamos al portón, nos sentamos en el último pedazo de madera que esta tiene, dejando que los copos nos cayeran encima. La paz que podía sentir en ese momento era única, sentía mi respiración relajada, además mi corazón latía despacito y tranquilo, era feliz viendo como el paisaje que siempre recordaba de pequeña vuelve a hacerse presente, esos árboles gigantes y como 2 centímetros de nieve no se ven todos los días.
Bueno querida, no sé cuándo volveré a recurrir a ti, seguramente la señal vuelva y con ella mi vida social, me despido de ti.
-s.
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111
Short StoryComo dice el título son sentimientos, situaciones y pensamientos quizás de una típica adolescente.