𝙎𝙒𝙀𝙀𝙏 𝙃𝙊𝙈𝙀 [Cinco Hargreeves]

O2┇𝗡𝗼𝘁 𝗢𝗸𝗮𝘆

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Sweet Home
Capítulo dos: "Nada bien"

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━Ven conmigo, no te haré daño... ━una voz gruesa y rasposa, proveniente de alguna parte resonó en el lugar donde una linda niña de cabellos castaños hasta los hombros se encontraba arrodillada temblando de miedo.

Confundida y totalmente desorientada miró a mi alrededor intentando divisar algo familiar para deducir su ubicación, pero la tenue luz que se filtraba por las endijas de la madera no era suficiente para alumbrar por completo el espacio.

Un fuerte golpe la hizo sobresaltar y retroceder con temor, ¿alguien quería entrar? ¿quién era? La puerta de tablas que tenía en frente tembló continuamente por los golpes que le proporcionaban, la infante sintió todo el lugar moverse y mucho polvo alzarse.

Un rostro muy conocido entró a su campo visual y aunque la reconoció de inmediato, al ser presa del pánico retrocedió y soltó manotazos al aire.

━¡Aléjate de mi! ¡No me hagas más daño! ¡No me toques! ━gritó sintiendo sus amígdalas y cuerdas vocales arder.

━¡Mi amor, soy yo, tu madre! ━a pesar de los constantes golpes en su pecho proporcionados por las delgadas manos de su niña, la mujer la abrazó tan fuerte que poco a poco fue cediendo y me rendió permitiendo que una oleada de alivio recorriera su cuerpo.

━Lydia, esto no puede seguir asi. Tenemos que irnos ━la gruesa voz de un hombre (que dedujo, era su padre) tomó protagonismo desde el marco de la puerta.

━¿A dónde iremos? Ellos siempre nos encuentran, nos hemos mudado siete veces.

━Iremos a...

El panorama de sus progenitores se hizo borroso por la hostigosa luz que se extendió repentinamente por el lugar. Fue tan brillante que la pequeña solo vió blanco y después mucho cansancio, estaba exhausta.

Al abrir nuevamente sus párpados, divisó un lugar completamente diferente al anterior: era una habitación... ¿una habitación?

El pánico se apoderó de ella y de inmediato sus manos empezaron a temblar, su cerebro no podía reconocer dónde estaba. Y por alguna razón esa sensación, esta situación se le hacía tan conocida. Sentía la incertidumbre de no salir nunca de ese lugar a pesar de tener la puerta en frente semiabierta, que pasaría días sin ver a sus padres con hambre y sed pero con una leve esperanza de que alguien viniera a salvarla.

Claramente la habitación donde se encontraba no era suya es más, nunca la había visto en su vida. El lugar era extraño para ella y nada hogareño como solía ser en su casa, tampoco se sentía cálido como cuando estaba al lado de Cinco.