Cap 10

353 58 10
                                    


-¡ Explícame qué diablos sucedió! – grito colérica


-Mide como me hablas, insolente – se puso de pie dejando el trono ageno en el que reposaba – No olvides que puedo destruirte con un chasquido de dedos.


El hada retrocedió tragando el nudo en su garganta, producto de las ganas de llorar que el mismo coraje le inducía.


-Lo siento – agachó la cabeza en una leve reverencia – Solo… Solo que dijiste que funcionaria – jadeo con frustración tratando de recuperar el aire  – Llevo años de mi vida, sufriendo por no ser correspondida, amando de forma unilateral, amando tanto que duele – sollozó


-Deja tus tonterías – le dio la espalda con indiferencia y camino hacia el ventanal – Te dije que posiblemente te llevaría un largo tiempo, que tenías que esforzarte, hacerlo caer a tus pies… y tú aceptaste.


-Pero él me odia, no importa que haga, él me odia – aseguró frustrada.


El hada mayor “Por rango” giro a verla con una leve sonrisa burlona adornando su rostro, levanto una ceja para enmarcar más su gesto fiero – Mí posion no es el problema, querida. – se acerco a el hada y llevo sus manos a un recorrido suave por las mejillas sonrojadas – El problema eres tú, querida Nahara.

-Qué?

- Mírate – la observo con desden – No eres nada agraciada – sonrió – Si una bestia no cae a tus pies, contimas lo hará un hombre.


-No- gruñó molesta Nahara y en un acto de estúpida valentía llevo su delgada mano a la garganta del hada arrastrándola hasta hacerla topar al muro. – No te atrevas a culparme,  esto es culpa tuya, ¡Tienes que ayudarme! No olvides que yo conservo tu más grande secreto. – bajo su voz a un susurro - ¿No querrás que la diosa Luna, se entere de tu traición?


Taliva arrojó el cuerpo de Nahara lejos de ella – y si mejor te mato primero? – gruño empuñando se mano, hacie do que de ella surgiera una chispa de tonalidades rojas.


-Crees que soy tan estúpida para no pensar en eso? –  le dijo tratando de ocultar su miedo y observo como las facciones contrarias endurecieron de rabia tras sus palabras


Taliva retrocedió bajando la mano “¿Cómo se atrevía a amenazarle?” -Muchacha insolente – le dijo entre dientes – Realmente eres estúpida

-Inteligente diría yo – apunto Nahara.


--Pues no tanto si te vas en la necesidad de pidir mi ayuda para retener a una estúpida bestia – el enojo en su voz.


-Si, y tu ayuda ¡De mucho me ha servido!  – le reclamo con ironía y burla


-¿De que rayos hablas  – Taliva la observo con el ceño fruncido.


-Pues la bestia sigue viva a pesar de que todas las rosas fueron destruidas. – señalo con obviedad


Ella fruncio el ceño y nego – acompañame – señalo caminando por el gran castillo, girando sobre silencios pasillos y pasadizos ocultos. Entraron a un cuarto oscuro con olor a humedad e incienso, varias velas adornaban la pared  adoptando un color naranja tenebroso.


Nahara sintió su piel enchinar y dirigió sus curioso ojos frente a la mesa en la que reposaban dos espejos con mango y decoraciones en rojo y dorado, de frente a cada lado de la mesa, Taliva tomo asiento de un lado y le indico que debía sentarse al lado opuestos


-Te presento a los “Zwillingskristalle” (Cristales Gemelos) capaces de mostrar el mayor de los miedos o el pensamiento más oculto de aquella persona a la que viste siempre y cuando hayas dejado una fuerte impresión.

-Pero como?

-Has oído eso de que los ojos son la ventana del alma? – Nahara asintio – Pues no solo del alma, también de la mente. Ahora, Toma el espejo y mirate, Mientras lo haces debes recordar su rostro–  le indico tomando el otro espejo y se vio en el, funcionaba como un reflejo de su recuerdo, una vez obtenido el recuerdo de su rostro, tenía la capacidad de leer el mayor de los miedos que sufrió esa persona en ese momento.

EN SUS GARRAS "NamJin"♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora