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La noche había pasado con rapidez. Beomgyu despertó gracias a los sonidos de lluvia impactando contra los techos y el piso. Estaba lloviendo y a le gustaba eso, era una lluvia normal aunque ligera para la cantidad de agua que suele caer normalmente.
Procedió a vestirse con algo de lentitud ya que había despertado media hora antes de lo habitual y aprovechó ese tiempo para poder maquillar sus aún notorios moretones.
Arregló su habitación y tomó sus cosas para bajar hacia la cocina.
Su madre no estaba lo cual se la hacía raro, pero tampoco estaban los hijos del Sr. Huening. Supuso que había ido a dormir con él pero igual no se le hacia extraño, la soledad es su única amiga.
Hizo su desayuno y lo comió con lentitud, no vivía tan lejos de la escuela y aún tenía tiempo por lo que una vez acabada su comida, prendió la tele para poder ver algún programa mientras pensaba.
Se la hacía raro que Kai no haya intentado hacer algo en su contra, quizá respetaba la casa ya que también era de su madre. Beomgyu sabía que aunque Kai fuera una mierda, podía ser respetuoso con las personas mayores y verse como el chico más educado del mundo.
Dejó de pensar en aquello y continuó mirando con aburrimiento Bob Esponja, lo cuál le hizo recordar a su mejor amigo de infancia. Un castañito, de baja estatura y ojos enormes era lo único que recordaba de él, ni siquiera podía recordar su nombre con claridad. Daría todo por volver a verlo, él era el único que lo salvaba de todo lo malo.

[...]

27 de Julio del 2007.

Era un hermoso día soleado, los rayos del sol eran reflejados en los juegos de aquel kinder que esperaban ansiosos por crear sonrisas y momentos de diversión en los pequeños niños que asistían.
Beomgyu era recién llegado en aquella institución por lo que no tenía amigos y se le dificultaba un poco hacerlos.
Sentado en el columpio, tenía una pequeña esperanza de poder conocer a alguien para compartir su lonchecito e intercambiarlo también, alguien con el que pudiera jugar libremente y alguien que pudiera ser su mejor amigo para toda la vida.
La suerte estaba del lado del pequeño pelinegro ya que un castañito bajo se sentó en el columpio del lado y comenzó a hacerle plática.

-Hola, nunca te había visto por aquí.

Exclamó el bajito mientras miraba al contrario con emoción.

-Hola...

-No hablas mucho-puchereó-Me llamo Taehyun pero puedes decirme Squirrel.

-Ski- ¿qué?

Beomgyu no podía pronunciar el apodo de aquel niño de adorables ojos por lo que solo atinó a callarse. No quería arruinarlo, no de nuevo.

-Ssss-qui-rrel. Si no puedes solo dime Taehyun es más fácil.

Le sonrió tratando de obtener respuesta.

-¿Cómo te llamas? Quiero ser tu amigo. Mamá me dijo que podía llevarlos a casa. Por cierto, estuve enfermo toooda una semana. Fue muy feooo, no podía ver Bob Esponja sin estornudar.

-¿Bob...Bob Esponja? Me gusta mucho eso.

-Genial.

Ambos niños continuaron hablando en todo el receso hasta que fueron a sus aulas y se dieron cuenta que iban en las mismas, nada podría separarlos ahora.

Y ese sería el inicio de un gran amistad que se tomaría una pequeña pausa debido a cosas del destino.

Mil disculpas, tengo abandonado esto y encima prometí que iba a actualizar cada dos semanas y media, Cinnamon babosa. En fin, he estado ligeramente ocupada pero ¡Prometo traer más capítulos!
Aunque ando en flop, realmente me gusta escribir esta historia por lo que, mis pocos lectores, les prometo que si habrá un final. !
Lxs tqm.
-Cinnamon.

Asocial. (Taegyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora