Omegacember - Drarry

Día 11 - Él Nido

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La habitación que era para él nido de Harry tenía una ventana que miraba directamente hacía el jardín trasero.

A Harry le encantaba ver el bosque y oler la naturaleza.

Aparte que tenía una hermosa vista directa hacía los amaneceres.

Calmaba sus calores en él celo.

Tenían un hermoso jardín de begonias azules, blancas y moradas, lirios rojos y amarillos, claveles blancos, rosas, rojas, blancas y azules, Narcisos Blancos y tulipanes naranjas.

Los colores se complementaban con el verde fondo y el cielo azul que solo hacia que cada flor se resaltará más.

Y Harry le encantaba observar todo desde la vista que le obsequiaba su lugar en la cama.

La cuál, estaba envuelta en mantas, camisas, almohadas, peluches, accesorios e incluso zapatos.

Las paredes estaban decoradas con estanterías llenas de cualquier cachivache que Harry adquiriría para su nido.

Estás cosas eran, regalos o objetos "prestados permanentemente", de sus familiares y amigos.

Si la chaqueta de su padrino Sirius no había sido devuelta, Sirus no se quejaría, principalmente por que tal vez no sepa que es Harry quién la tiene.

Se mantenía con un hechizo anti-polvo, para los días que no estuviera en su habitación.

Harry utilizaba está habitación cuándo no se sentía bien, tenía un día malo o cerca de la semana de su celo.

Los objetos más cercanos a la cama eran los que tenían mas valor, envolvían con el olor a Harry y eso a él lo calmaba.

Solo Draco tenía permitido entrar y eso que los primeros 3 días de la semana de celo de Harry solo era hasta cierto punto en la puerta.

Harry era muy sensible con su Nido.

Se la pasaba 1 semana y 3 días antes arreglando el lugar.

"Limpiando" o acomodando el lugar.

Cuando terminaba dejaba por fin pasar a Draco y terminarían juntos en la cama retozando como un par de cachorros gigantes.

O haciendo el amor lento y suave, de esos momentos que ambos recordarán para siempre.

Por suerte esto solo pasaba 2 veces al año, la temporada de celo de Harry era cada 6 meses durante 1 semana.

Pero Harry ordenaba y limpiaba una semana antes, a veces dormía en la habitación sin salir, pero otras solo sus primeros días de celo dormía solo.

Era en noviembre y en abril.

Draco se aseguraba de mantener un cajón con comida y bebidas a disposición del omega.

Y siempre frotaba sus glándulas de aroma en los peluches o mantas que Harry le decía.

Las cosas que eran de familiares y amigos estarían en las orillas con aromas leves, eran opacados por el aroma de Harry o de Draco.

Harry se imaginaba un futuro dónde un montón de niños rubios o azabaches correrían por el jardín y él observaría todo por la ventana.

O tener a sus cachorros acurrucados en su nido por las noches heladas y si hacía calor un encantamiento refrigerante.

Draco mientras tanto se distraería acariciando él cabello de su esposo, teniendo vagos pensamientos similares sobre una familia.

Viendo el amanecer por la ventana ambos se dejarían abrumar por el aroma del otro.

Cuándo Harry se sentía lo suficientemente bien para salir, limpiarían las manchas de fluidos, que dejaban sobre las mantas.

Por suerte los hechizos de limpieza no eliminaban las feromonas y los olores quedaban intactos y así Harry no tendría que sacar cada objeto cada vez que accedía a su nido.

Así era más sencillo y ya que el nido se ocupaba del cuidado y calmante para él temperamento del omega.

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Continuará...
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592 palabras

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Para servirles.