Capítulo 2

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Cuando llegamos ya había mucha gente. Por lo demás, era de esperar, Miami es la capital del trabajo de CNCO y miles de fans de todo el mundo acuden para poder asistir a uno de sus conciertos.

Todavía nos quedaba una hora para que empezara el evento, así que decidí ir al baño y luego buscar algo de beber para el concierto. Aprovechando que las chicas ocupaban nuestro lugar y el tiempo que nos quedaba, sin prisa me acerqué a una de las cabinas cercanas al escenario. Cuando hube pagado, salí de la cola y me dirigí hacia las chicas, pero estaba tan ocupada guardando mis cosas en una pequeña mochila que no me di cuenta de la persona que caminaba delante de mí.

- Oh, lo siento, no te vi- me disculpé cuando chocamos.

- Cálmate, yo soy el que se disculpa, estaba mirando mi teléfono. ¿Estás bien?" Miré a la persona que tenía delante. Era un chico, de unos 175 o 180 de altura, delgado, y pude ver por su ropa que también era musculoso. Tenía el pelo negro, pero no podía verle bien la cara porque llevaba gafas de sol y una máscara.

- No, estoy bien, gracias - sonreí - También fue mi culpa, tampoco me fijé en ti, lo siento.

- No ha pasado nada, no te preocupes", dijo. Tengo que admitir que sonaba bastante amistoso, dado mi escepticismo a la hora de conocer gente nueva. Y su español me encantó. No eres de aquí, ¿verdad? Tu español es estupendo, pero nunca he oído un acento así.

- No, no lo soy, soy de Polonia y llevo cuatro años aprendiendo español.

- ¿Llevas cuatro años aprendiendo un idioma y te va tan bien? 'Vaya, llevo aprendiendo inglés desde los 11 años y todavía no lo sé bien', dijo y empezamos a reírnos.

-Bueno, intento hacerlo lo mejor posible, y me encanta el idioma, así que no es tan difícil", me reí. - Yo tampoco hablo bien el inglés, pero el español también me viene bien.

- Esto es cierto. Disculpen, pero tengo que irme. Que tengan una buena noche.

- Lo entiendo, gracias y yo también le deseo una buena noche.

- Gracias, espero que nos volvamos a encontrar alguna vez.

- Ya veremos, y ahora sí que me tengo que ir- sonreí con tristeza.

- Por supuesto, hasta la próxima reunión.

- Hasta nuestro próximo encuentro", respondí. El chico se alejó hacia el escenario y yo volví con mis queridas chicas.

- ¿Dónde has estado? - Amelia fue la primera en hablar.

- Fui a por unas bebidas.

- ¿Y has tardado tanto? - preguntó Ami esta vez

- Bueno, tal vez no me haya llevado tanto tiempo. . . -dije misteriosamente.

- ¿Y qué es eso? ¿Has encontrado un novio guapo? - típico texto de Amelia, como siempre me hizo reír.

- No sé si es guapo, pero parecía bastante simpático.

- ¿Cómo que no sabes si era guapo? - mi amiga y su locura.

- Llevaba gafas de sol y una máscara, no. . . -No llegué a terminar la frase porque de repente todas las chicas empezaron a chillar y a gritar, lo que nos hizo saber que el concierto estaba a punto de empezar.

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Dice que le gusta Arjona

Baladas un montón

Pero cuando está en la disco y le ponen reggaetón

Ella se vuelve loca, ella se vuelve loca, ey


Quien la viera en su casa

Una santa, cómo no

Pero cuando está en la disco y le ponen reggaetón

Ella se vuelve loca, ella se vuelve loca


Todos cantamos con CNCO. Me lo he pasado muy bien, ha sido increíble y las letras suelen encajar conmigo. En cuanto escuché la melodía de la primera canción, me volví loco.

Tras la última canción, la mayoría de los fans, o más bien las fans, se dirigieron hacia la salida trasera del escenario. Allí se produjeron los llamados "saludos y salutaciones".

Las chicas y yo fuimos las últimas en la fila para ver a los chicos. Tengo que admitir que tenía ganas de hablar con ellas, además las chicas seguían reviviendo lo ocurrido hace unos minutos, lo que me hizo reír completamente. Esperamos nuestro turno durante más de una hora, pero mereció la pena, cuando nos llegó el turno, todo estaba vacío a nuestro alrededor y las canciones del grupo no paraban de sonar de fondo.

- ¡Hola chicas! ¿Cómo te va? - nos preguntó Chris. Hay que admitir que su sonrisa es contagiosa.

- Hola, me alegro de verte, soy Amelia y estas son mis amigas, la otra Amelia y Martyna.

- Encantado de conocerte. Yo soy Christopher y ellos son Zabdiel, Richard y Erick, aunque probablemente ya nos conozcas- empezó a reírse y nosotros nos reímos con él.

- ¿De dónde es usted y cómo nos conoce? - preguntó Rich esta vez.

- Somos de Polonia, Amelia me habló de vosotros hace unos años y debo admitir que después de escuchar algunas de vuestras canciones, empecé a veros y a escucharos, esta vez fui yo quien respondió a la pregunta.

- Tú eres Martina, ¿verdad?", dijo Erick. Los ojos de este chico podían hipnotizar, no sólo en los vídeos musicales, pero yo no podía permitírmelo, así que me centré en responder a la pregunta que me hizo.

- Sólo Mar- sonreí, lo que fue correspondido por su parte.

- Está bien Mar- dijo aún sonriendo- ¿Has venido desde Europa sólo para nuestro concierto?

- No sólo eso, hace tiempo que quería explorar Miami, además aquí hace mucho calor y el sol brilla a menudo, un tiempo perfecto para mí -nos echamos a reír.


Ser el último de la fila es una ventaja porque tuvimos más tiempo para hablar con ellos y pasar más tiempo que los demás.

- ¿Podemos hacernos una foto con cada uno de vosotros y luego juntos como grupo? - preguntó Ami.

- Claro, no hay problema", dijo Zab, que no hace mucho se unió a nuestra conversación.
Todo este tiempo he tenido la impresión de que Erick me observaba, pero ¿por qué? Probablemente sea uno de mis delirios.


Después de hacer fotos y algo más de conversación y risas, volvimos al hotel. Con las niñas ya en pijama, decidimos ver una película en el gran televisor de 70 pulgadas.
Mientras Amelia y Ami se iban a sus habitaciones, yo reflexionaba sobre una cosa. ¿Por qué la voz y el acento de Erick me resultaban íntimamente familiares?

En el mundo de los farosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora