En el mundo de los faros

Capítulo 7

Erick

Tres días, tres malditos días desde aquella noche. Ayer, cuando fuimos al parque de patinaje con los chicos, la vi, estaba con sus amigas, jugaba, se reía, pero su rostro no reflejaba la verdadera felicidad. La observé por un tiempo, estaba un poco deprimida, sus movimientos no estaban tan cargados de energía como yo la recordaba.

Volví a tener sentimientos de culpa que no me han soltado desde aquel día. No debí haberme comportado así con ella, lo sé, pero me horrorizó lo rápido que se enteró de la verdad. Sé que tarde o temprano se daría cuenta de quién soy realmente, pero ojalá fuera más tarde.

Con Mar podía ser yo misma, no tenía que tener cuidado con lo que decía, cuando hablaba con ella, solo escondía mi verdadera identidad y mi trabajo, todo lo demás era verdad. Tenía miedo de que mi subconsciente me dijera que no debía confiar en esa linda chica, si descubría mi verdadero nombre, lo usaría en mi contra, pero con el tiempo empecé a conocerla más y más y más y a confiar en ella. Sentí que era demasiado.

Desafortunadamente, el domingo fue mi subconsciente lo que me llevó a gritarles, y realmente me arrepiento.

Cuando los chicos se pusieron los patines, vi a Mar bajarse del hipódromo, parecía cansada. Con cada momento que la miraba, el sentimiento de culpa se hacía más grande.

- ¿Quieres mirarla o quieres hablar con ella? - Miré a mi alrededor, Rich y Zabdi ya estaban en la pista, y aparte de mí estaba Chris sentado a mi lado.

- No sé de lo que estás hablando -dije y me puse los patines.

- Te lo ruego, hermano, veo cómo la miras. ¿Por qué no vienes y le explicas todo? - Chris fue mi intermediario desde el principio, era el único que sabía de Mar, y después de la pelea del domingo, fue el único que se dio cuenta de que algo estaba mal conmigo.

- No es tan fácil, Chris.

- ¿Qué quieres decir con eso? Te vas, te lo explicas, te disculpas. ¿Por qué es tan difícil?

- Primero, no va a escucharme, y segundo, ¿qué le voy a decir que me asusté, que reaccioné inconscientemente? Estoy seguro de que empeoraría las cosas.

- No lo sabrás hasta que lo intentes. Lo siento, amigo, pero no voy a sentarme aquí y verte torturarte.

- ¿Adónde vas?

- También es un poco mi culpa, así que al menos iré y haré mi parte para explicar todo esto, y también explicaré cómo te has comportado – cuando lo dijo, se dio la vuelta y fue al lugar donde Mar estaba sentada.

Cuando nos conocimos, Chris y yo no nos llevábamos muy bien, quizás porque él era un adulto y yo sólo tenía catorce años, y con el tiempo, nuestra relación se hizo cada vez más estrecha y nos hicimos hermanos. Siempre he podido contar con él, y me ha salvado el pellejo una y otra vez, y parece que lo hará de nuevo, porque he sido un cobarde.

Después de un par de horas en el parque de patinaje, fuimos al estudio a trabajar en algunas canciones. Para mí, componer era la cosa más relajante del mundo, pero desafortunadamente no podía concentrarme en eso. Todavía estaba discutiendo con Mar en mi mente, y estaba pensando en lo que Chris le había dicho, pero no le pregunté, y él dejó de hablar de ello.

- Erick, ¿estás bien? Rich me sacó de mi nube de pensamientos.

- Está bien, estoy un poco cansado.

- ¿Por qué no te vas a casa y descansas?

Agradezco la comprensión de los chicos, lo cual aprecio mucho. Sí, estaba cansada, pero no por el trabajo que teníamos en ese momento, sino por los últimos disturbios que no me soltaron. Cada dos días veía a Mar, le enseñaba guitarra, pero pasábamos el tiempo bromeando y riendo. Debido a mi trabajo, no tengo mucho tiempo para reuniones sociales, la mayor parte del tiempo lo dedico a giras, conciertos y estudios. Mis únicos amigos son en su mayoría gente de la misma industria, mi amiga es periodista, y todo esto ha hecho que en tan poco tiempo me haya gustado mucho Mar, que nos hayamos hecho amigos, y por eso me siento mal por haberlo arruinado.