Eras como la pequeña ficha que faltaba para llenar el extraño rompecabeza de mi corazón.
Con pequeños detalles le diste vida a algo que creí muerto hace mucho tiempo. Tú y yo fuimos dos extraños explorando el mundo del amor sin conocimiento previo alguno. Nos aventuramos en el peligro, ignoramos las señales y eligimos caer a un abismo sin saber volar.
Eligimos confiar uno en el otro eligimos caminar con los ojos bendados, elegimos ver a nuestra manera, hablar a nuestro idioma, querernos a nuestro tiempo.
En la penumbra de la noche y la soledad, deseó volver a sentarme en las gradas contigo por la tarde, admirando de lejos a las amapolas, riendo sin ningun chiste, corriendo sin fuerzas, besandonos sin ganas. Quiero volver amarte pero esta vez sin corazón.
Tú y yo fuimos dos fichas que encajaban a la perfección, pero lamentablemente pertenecíamos a otro rompecabeza.
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PoetrySolo dejo aquí plasmado lo qué mi pobre corazón llega a sentir en sus días de vida.