Segundas oportunidades

Capítulo 1

Capítulo 1 ||

Little Whinging - julio de 1994

La mayoría de los días, el estado de ánimo de Harry habría sido mucho más oscuro en su camino desde la casa de los Dursley a la pequeña y vieja choza habitada por Arabella Figg, una anciana que compartía su casa con toneladas de gatos de todas las formas y tamaños. Al chico de cabello negro realmente le disgustaba estar allí. La dama era más que un poco rara; parecía gustarle más a sus gatos que a cualquier ser humano, y siempre estaba rodeada de una nube de olor, una mezcla desagradable de naftalina y comida ligeramente podrida. Agregue a esto el 'olor' penetrante de la arena para gatos en cada habitación, y puede imaginar la necesidad de Harry de mantenerse alejado de su casa.

Pero no hoy. Las últimas semanas habían sido un poco inusuales. Había conocido a su padrino y, durante una hora, había esperado alejarse de este horrible lugar y de la espantosa familia de tía Petunia. Durante una hora, Harry se había atrevido a esperar una nueva vida, una vida con alguien a quien le gustaba, que veía a 'Harry' y no a un monstruo, responsable de la muerte de su madre.

Su esperanza había muerto con Lupin transformándose en un hombre lobo, distrayéndolos el tiempo suficiente para permitir que Peter Pettigrew se escapara. Cómo le encantaría poner sus manos sobre ese traidor y matarlo lenta y dolorosamente. Pero la 'rata' desapareció y nadie les creyó, nadie creyó que Peter todavía estaba vivo y había sido el traidor hace una década en lugar de Sirius Black. Y entonces Sirius tuvo que esconderse de nuevo, y Harry estaba de vuelta aquí en Little Whinging.

Hacía dos días había recibido una carta suya. Con los ojos muy abiertos, Harry había mirado la carta e ignoró el tono y el llanto del tío Vernon sobre los estúpidos búhos. El contenido de la carta había sido extraño, pero no obstante, era la razón por la que Harry se dirigía hacia la Sra. Figg ahora con mariposas del tamaño de palomas adultas en el estómago.

Querido Harry

Espero que te encuentres bien. Lamento mucho tener que irme de nuevo, que no puedo darte la casa que te mereces. Tenía muchas ganas de estar contigo.

Pero tengo noticias para ti y espero que sean buenas. He hablado con alguien y la persona le gustaría verte. En dos días, a la hora del té, lo esperan en casa de la Sra. Figg. Sí, me refiero a la dama gato que ya conoces. Alguien estará allí, esperando. Por favor, sé amable y dale una oportunidad a esa persona.

Y no le cuentes a nadie sobre esto mientras tanto.

Sirio

.

Una amplia sonrisa apareció en el rostro de Harry cuando notó su fiesta de bienvenida en el pequeño muro de piedra al lado de la puerta del jardín. Sentado allí, con los ojos medio cerrados y obviamente disfrutando de los rayos del sol, estaba sentado un gato de tamaño mediano con un pelaje blanco y negro. Hace dos años, Harry había encontrado al gato junto a la carretera, gravemente herido por un coche. Atendiendo a una muy angustiada Arabella Figg había escuchado al veterinario hablar sobre la previsible muerte del pequeño bribón y que debían evitarle el dolor.

Pero la Sra. Figg no quería escuchar nada sobre eso y comenzó a nutrirlo con su propia medicina casera. El olor había sido horrible, pero Harry, quien la había ayudado en ese tiempo, lo vio salir al borde de la muerte y unas semanas después estaba como nuevo. Desde entonces, Balou, como se llamaba al gato por su pelaje muy suave y espeso, y su comportamiento tierno, lo había estado esperando cada vez que los Dursley lo 'prestaron' a la Sra. Figg para que cuidara a sus gatos.

"Hola, Balou," Harry lo acarició detrás de las orejas, sonriendo pero todavía un poco preocupado por la pregunta de quién lo estaría esperando en la casa y por qué esa persona estaba esperando en la casa de la Sra. Figg de todas las cosas. "Lo siento, no tengo ninguna salchicha para ti esta vez. Dudley..." La sonrisa de Harry se amplió cuando Balou mostró un rostro lo más cercano al disgusto posible por un gato.