Una noche fría te encontré contemplando las estrellas, dijiste que buscabas Venus, te pregunte porque, solo suspiraste y dijiste que era el planeta del amor y que tal vez perdiste el tuyo ahí.
Que irónico, tu buscas a tu amor en Venus mientras que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No es ni su primera semana aquí y el lamentable mocoso ya tiene más moretones que cuando era un simple y patético pandillero adolescente, no son marcas de peleas, esas marcas son de posesión, es lo que se gana por negarse a cooperar con Mikey. No lo deja salir de su habitación, la única persona que lo ve soy yo, Mikey no confía en que pueda hacer el andrajoso, como si pudiera hacer mucho encerrado en una mansión repleta de asesinos, pero igual no confía en el, ni en Kakucho y Koko, sabe que ellos dos lo aprecian y respetan además de que yo fui la única persona que vio el día de su secuestro.
No quería ser su estúpida niñera pero lo terminé siendo, la vida realmente debe estár cobrándome algo, tengo que esperar a que termine de bañarse para darle el desayuno, no puedo solo dejarlo ahi mientras el se encierra en el baño, Mikey cree que puede intentar escapar por la ventana por eso le hago saber al mocoso que no me moveré hasta que el salga.
-Eres malditamente lento, mueve más rápido tu trasero, soy un hombre ocupado-ante lo que dije puedo escuchar un pequeño bufido, si ya se mocoso, tu tampoco me agradas. Tarda alrededor de dos minutos más en salir del baño, está desnudo y las gotas de agua recorren su cuerpo mojado-¿Porqué carajos estás desnudo?
-No...no hay toallas-susurra mirando al suelo intentando cubrir su miembro y sus pezones, es la primera vez que los veo, son rosados y tienen marcas de mordeduras alrededor junto con algunas heridas sin curar, parece que a Mikey no le interesa mucho hacerse cargo del desastre que causa.
-Ah, lo olvidé, traje toallas-le muestro las toallas dobladas sobre la cama con una sonrisa, puedo notar como me mira con indignación y enojo, pero también puedo notar como algunas de las marcas que dejó Mikey sobre él sangran-ven aquí-su expresión cambia a una de miedo-no te haré daño, no tengo permitido hacerlo-se acerca con duda, le ordenó pararse frente a mi y obedece parandose donde le ordene-no te muevas y no grites porque cortare tu lengua si lo haces y me importa una mierda si no tengo permitido torturarte-puedo ver como todo su pequeño ser tiembla, no me interesa-voy a secarte y curar tus heridas.
-¿Qu-qué?-¿será sordo? Tal vez es de entendimiento lento.
-Voy a secar tu cuerpo-si lo haces tú solo, podrías lastimarte más-y a curar las heridas de tu acalorada noche con Mikey-sus ojos se humedecen un poco pero no dice nada-acercate más, estás demasiado lejos-obedece sin chistar.
