capítulo único

10 0 0
                                    

No hace falta llegar a las estrellas para poder tocarlas.

—te amo

dijo el pelinegro a un rubio que dormía entre las mantas de aquel cuarto de hotel.

—claro como no, si me amaras como dices no mantendrás esto que tenemos como si fuera un sucio secreto.

Con rabia el rubio se levanta de la cama con dirección al baño, serando detrás de si la puerta.

—si tan solo entendieras que no te quiero arrastrar  al ojo del huracán dijo susurrándole a la nada.

Sin más el moreno se levantó de la cama  recogió sus pertenencias y salió  de aquel cuarto, sabiendo que el rubio no saldría de ahí  mientras que el estuviera presente.

Minutos  después salió un rubio platinado con una máscara de indiferencia,  jurando   hacia sí mismo y sus ancestros que aquí todo acabaría como las otras veces.





— que debo hacer ron dime.

—Compañero si te digo que estás en problemas sería poco.

—por que.

La chica castaña que estaba sentada en unos de los sillones  más  alejados de esos dos dijo

—porque ese chico está renunciando a todo por ti y tu no te das de cuenta, crees que si no te quisiera no estaría accediendo a esta locura.

Soltó un suspiro,  paso  la página de su libro de leyes que estaba leyendo  y prosiguió

—Del cual debe ser lo más humillante que haga echo.

El moreno con las manos en la cara le dio la razón

— es que mi vida no es fácil y  estar  siempre en la mira de los reflectores es agobiante.

—pero el está dispuesto a soportarlo por estar a tu  lado.

—lose, supongo que tienes razón y es hora de darle lo que el merece.

—su lo que quieres es sorprenderlo, déjame decirte que es imposible tienes concierto de beneficencia la próxima semana .

—eso es mioni, eres una genio.

— espera que, no hagas una locura.

—no lo voy hacer, dígale a Draco que lo espero en el concierto de la próxima semana.

—no creo que acepte, pero yo cumplo con decirle.

—gracias, Adiós.

Con eso el moreno salió corriendo dejando a sus amigos con un mal sabor de boca.









— y entonces Draco ya te se pasó el Capricho o sigues de masoquista.

—no te burles pansy.

—no lo hago, solo es curiosidad.
dijo mientras bebía su té

El rubio se le quedó viendo con una mueca y  de un suspiro le dio la razón.

—draco querido te suena el teléfono.

El rubio miro el aparato y lo apago.

—no quiero hablar con el.

—seguro, Mira. Y le mostró el teléfono

*Pans

*Pasame a Draco

*Si, porfa es urgente

*No me ignores

El rubio miro los mensajes y le hizo señas a pansy que lo ignorará.

—seguro, bueno nos vemos luego tengo una cita con zabini y me mata donde llegue tarde, bay dray.

te amo tantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora