ダム ❛ Capitulo ›› Uno

3.4K 310 169
                                    

— Residencia Kim-susurró Minho mirándo el pequeño papel con la dirección del supuesto vendedor de droga más famoso de Busan.

Caminó con pasos tranquilos hasta la pequeña casa donde se supone vivía el-que él creía que era-señor Kim mientras sacaba la pistola de su cinturón y se ponía en posición de ataque.

Con cuidado abrió la puerta de la reja y entró apuntando a todos lados y siendo precavido. Llegó hasta la puerta tocando dos veces.

—Policía, abran la puerta-dijo en voz alta, esperando que lo escucharan-¡policía, abran la puerta!-dijo un poco más alto tocando más desesperadamente-voy a entrar.

Justo cuando se había echado hacia atrás y elevado su pie para darle una patada a la puerta de la casa, esta fue abierta de pronto y Minho tuvo que estabilizarse para no caer de la impresión.

El "señor" Kim no era nada de lo que él estaba pensando.

Para empezar que ni siquiera era viejo, quizás ni revasaba los 20 años. Al contrario, era un chico de cabellos rosas, facciones de chica, piel delicada y blanca. Ojos pequeños, de color marrones llamativos, nariz pequeña parecida a un botón y unos labios bastante esponjosos y rosados. Era de una estatura pequeña y de constextura fina, casí como una chica.

Minho se sorprendió tragando saliva cuando vió que Kim solo traía una enorme playera blanca que le quedaba como camisón, y quizás sólo unos boxers debajo, sus piernas blancas y contorneadas casí le secan la boca de lo bonitas y suaves que se veían. Su apariencia era de haber estado durmiendo bastante. Aparte de ser condenadamente caliente, tambien era muy adorable.

—¿Qué se le ofrece?—Minho salió de su ensoñación cuando escuchó la aguda voz del bajito hablarle un poco extrañado. Hasta su voz era delicada y aguda, se golpeó mentalmente por preguntarse como se escucharía soltando aunque sea un pequeño gemido.

—Eh, si—aclaró su garganta y se puso a la defensiva—tengo una orden de arresto para usted, es uno de los sospechosos de vender droga ilegal.

—¿Yo?—preguntó inocente y un poco sorprendido. O era muy buen actor o era inocente—creo que se ha equivocado.

—No lo creo, ¿usted es Kim Seungmin?.

—Si, soy yo.

—Entonces venga conmigo porfavor.

—¿Así?—preguntó extrañado mientras se aputaba a él mismo.

—Lo acompaño a buscar un pantalón—Seungmin lo miró con ojos entrecerrados sin estar convencido del todo, pero luego asintió y lo dejó pasar dentro de su pequeño hogar.

Minho subió junto a Seungmin hacia la que parecía su habitación y observó como este buscaba en su closet unos pantalones azules. Sintió su garganta seca y un extraño cosquilleo en su parte baja al darse cuenta de como esos pantalones se amoldaban perfectamente a las blancas y torneadas piernas de Kim, de como se le ajustaba a su parte trasera, resaltando un trasero muy bien dotado.

Minho miró hacia otro lado mientras Seungmin terminaba de cambiarse, mirando algo que fuera sospechoso en su habitación. Pero como era obvio no alcanzó a ver nada.

—Ya estoy listo—dijo Seungmin arreglando su cabello—vamos rápido

Minho asintió dejando que Seungmin pasara primero y luego él, quizás desviando un poco su vista hacia el trasero de Seungmin y como este se movía con gracia por los movimientos de cadera que hacía el peli-rosa. Tentandolo demasiado.

Vamos Minho controlate, pareces un puberto hormonal que nunca ha visto culos-pensó para sí mismo-aunque este culo es algo nuevo y maravilloso que ver.

Minho se subió en el piloto de la patrulla mientras Seungmin se subía en la parte de atrás, esperando a que el oficial arracara el auto.

—Bien Kim, ¿cuantos años tiene?—preguntó Minho en un intento de callar el incomodo silencio.

—19 años, señor—Minho abrió sus ojos como plato y miró por el retrovisor como Seungmin miraba por la ventana.

—Eres demasiado joven para ser acusado de algo tan grave-suspiró—y no me digas señor, apenas tengo 25 años, pequeño.

—Oiga-lo miró con el seño fruncido—no soy un pequeño, ya soy mayor de edad—Minho rió y asintió.

—Bien chico grande, ¿qué hace un adolecente como tú implicado en cosas de droga?—preguntó esta vez más serio, mirando como Seungmin seguía mirándo hacia la ventana muy tranquilo.

—No se de lo que habla, yo ni siquiera tomo cerveza-miró hacia el retrovisor, justo a los ojos oscuros de Minho—me acusan de algo que no hago.

—Todos dicen lo mismo—sonrió satisfecho con el contacto visual que estaba teniendo con el bajo. Demonios sus ojos eran hipnotizantes.

—Me vale tres hectáreas de verga, yo no soy ningún traficante—murmuró esta vez más enfadado.

—Ese lenguaje.

—A usted que le importa mi lenguaje, procupese de manejar y de no causar un accidente. Aún falta mucho para llegar—Minho frunció el seño ante aquella actitud grosera y se golpeo mentalmente por que joder, esa actitud le estaba prendiendo demasiado.

Minho tomó la rádio que se situaba en el tablero del auto y murmurando algunas plabras dió aviso a que pronto llegarían a comisaria.

—Me estoy meando—dijo Seungmin en voz alta.

—¿No puedes esperar?.

—Si pudiera lo haría, pero pasa que no puedo, así que detenga esta estúpida patrulla ahora mismo o no me hago cargo de mi vejiga-con un suspiro Minho detuvo la patrulla a un lado de la carretera vacia y apagó el motor.

—Como intentes algo, te metere un balazo en el craneo—Seungmin sonrió fingido.

—Mejor meta otra cosa-murmuró para sí mismo, pero Minho logró escucharlo y joder se le estaba acabando la paciencia con ese mocoso. Esta deseando enserio empotrarlo contra la capota del auto.

Seungmin salió del auto bajo el arma de Minho en su nuca y se separó un poco de la carretera para bajar el cierre de su pantalón, un poco su boxer y hacer su necesidad. El silencio era incomodo mientras se podía escuchar a Seungmin orinar y a Minho silvar intentando concentrarse en otra cosa.

Cuando Seungmin terminó, se giró y caminó unos pasos junto a Minho. Pero antes de entrar a la patrulla, Seungmin se giró de nuevo rápidamente y estampó a Minho contra la puerta del auto.

—¿Pero qué...?—Minho aún aturdido sintió como Seungmin tomaba sus manos y las colocaba en su gran trasero. Tragó saliva nervioso y sin quererlo le dió un apretón a esas maravillas de nalgas.

—Oficial Lee—susurró Seungmin en voz baja mientras se acercaba a los labios del primer mencionado y dejaba salir todo su calido aliento.

—¿A que juegas, Kim?—preguntó Minho tomando la cintura de Seungmin y girando, esta vez dejando a Seungmin acorralado—porque puedo jugar contigo—no esperó respuesta y besó a Seungmin con fiereza, sorprendiendose de su poco autocontrol para con el peli-rosa. En su defensa era la primera vez que le pasaba eso, Seungmin debería sentirse halagado de descontrolarlo tanto.

Tan sumido estaba Minho en esos sabrosos labios sabor a cacao que ni cuenta de dió cuando Seungmin tomó su arma y lo alejó apuntándolo.

—Quisiera seguir jugando—relamió sensualmente sus labios con una sonrisa juguetona—pero no puedo cuando el otro jugador es un policía—hizo un puchero-así que entra a la patrulla que iremos a otro lado.

¿Qué vergas?...

Fue todo lo que pudo pensar Minho obedeciendo a Seungmin y subiendose al auto.

♡♡♡♡

Holis!.

Cómo están? Yo estoy bien y espero que ustedes tambien esten bien.

Muchas gracias por leer<33

Espero que les este gustando♡♡.

✧*。fuck me, police ›¡𔘓!  knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora