⟨⟨Treinta y dos⟩⟩

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Cuando el ojiverde llego a la casa de __________, se bajo del auto y abrio la puerta como si está fuera su casa, Lauren quedo sorprendida ante tanta confianza, pero comprendía que su hijo estaba muy preocupado, esos ojitos verdes daban demasiada información.

Cuando vio que su hijo regresaba corriendo con lágrimas cayendo por su rostro, comenzo a imaginarse lo peor... "¿Sera que a ___________ le paso algo malo?"

--¿Que ocurre? ¿Él esta bien?-- le pregunto preocupada.

--Él no volvió a casa... Seguramente le habrá pasado algo mamá...-- murmuro preocupado y angustiado.

--No seas tan negativo, cielo, seguramente solo fue a casa de un amigo y se quedo sin batería.-- Especuló no tan convencida-- ¿Y si le esperamos hasta mañana aquí en su casa? Para ver si todo está bien...-- le pregunto en un intento para tranquilizarlo.

Cuando la mujer vio que el ojiverde asintio, apago el auto y suspiro profundamente antes de bajarse. Aidan se adelanto y se adentro a la casa, en cambio ella se tomo su tiempo, aunque no quería quedarse en casa ajena sin permiso, su hijo lo necesitaba, estaba demasiado alterado.

Lauren al entrar en la casa del castaño, lo primero que le llamo la atención eran los cuadros familiares que estaban colgados en la entrada, era extraño, aquella mujer de la fotografía le resultaba muy familiar.

--¿Y si le paso algo mamá?....-- pregunto el ojiverde cubriendo su rostro con una de sus manos-- Fui un idiota, debí acompañarlo hasta aquí-- bufa con molestia, dejando escapar un leve sollozo.

--Aidan, tranquilízate, hijo-- dijo acercandose a su hijo para asi sentarse en ese hermoso sofá que estaba en la sala. Aidan se sento a su lado y dejo que ella lo mimara levemente para asi tranquilizar sus nervios.

[En otro lado]

El castaño se estaba asfixiando por la poca ventilación que había en el lugar. Sentía mucho dolor en sus manos y pies, sus cadenas estaban demasiado apretadas.

Lo único que deseaba en esas últimas horas, era ver si ya había amanecido o seguia siendo de noche.
Sus pensamientos tampoco ayudaban mucho, no podía pensar en nada positivo, como, salir de ese lugar y abrazar a su principe.... En todo lo que pensaba era en que moriría sin ser novio del ojiverde, eso lo ponía aún más depresivo de lo que ya estaba.

Las horas pasaron y sus pies comenzaron a sangrar, las cadenas comenzaron a cortarlo, ya que tuvo varios intentos de escape y estas se ajustaron mucho más. Sus manos estaban azules, ya no tenia mucha circulación. La cinta en su boca comenzo a asfixiarlo de alguna forma.

De pronto se escuchó como una puerta se abrio a lo lejos, haciendo eco en todo el lugar. Los ojitos del castaño se desviaron en dirección a aquel sonido, y pudo ver la silueta de un hombre, no tenía ningún parecido a los chicos que el había visto, así que quedo bastante extrañado.

--¿Disfruta de su estadía su majestad?-- pregunto aquel hombre con una voz ronca y fuerte. Los ojitos de __________ siguieron a la persona mientras está caminaba-- No me mires como cachorro regañado-- dijo en forma de burla.

Al menor no le daba ni una pizca de gracia las burlas y la forma de hablar de aquel sujeto, solo quería explicaciones de porque está en ese lugar.

El hombre coloco un balde vacío, boca abajo, enfrenté del menor y se sento hay. Saco un cigarrillo y comenzo a hablar con él.

--Eres igual a la ramera de tu madre-- dijo repentinamente, provocando que las pupilas del castaño se dilataran por completo.-- Me encanta esa mirada llena de odio-- murmuro con una sonrisa.

El sujeto encendio su cigarrillo y comenzo a fumar, estaba muy tranquilo, al parecer no era la primera vez que secuestraba a una persona.

--Escucha Mocoso, te sacare esa cinta con 3 condiciones-- hace una pausa-- 1) Las preguntas las hago yo. 2) hablaras en voz baja, porque algo que odio es a los mocosos ruidentos, ya que por más que grites, nadie te va a socorrer, estamos a millones de kilómetros de algún tipo de civilización..-- aclaro expulsando el humo en dirección a ________.-- y 3) hablaras solo si te doy permiso... ¿Estas de acuerdo?-- pregunto, y el menor asintio no muy convencido-- excelente--.

Cuando el sujeto le quito la cinta, el menor tomo una gran bocanada de aire, se notaba que se estaba asfixiando con aquel trozo de plástico, ante esto, el hombre rio.

--Eres demasiado débil. Quiero tu nombre y edad, ya.-- ordeno y el menor lo miro de manera neutra.

--¿Y si no quiero responder?-- pregunto serio.

El hombre era de poca paciencia, se inclino en dirección al más bajo y lo tomo de los cabellos atrayendolo hacía el.

--Escucha, mocoso de m*erda, no tengo tiempo de tus jueguitos, como te dije antes, estamos a millones de kilómetros de alguna civilización, así que, o comienzas a cantar pajarito o te arrancaré las plumas y el pico-- le murmuro amenazante en su oído, estrellandolo contra el pilar, provocando que sus huesitos hicieran un ruido fuerte por aquél golpe.

Pero _________ nisiquiera chillo ante ese golpe seco, estaba acostumbrado a los golpes, y unos cuantos más no harían diferencia.

--jhm, ¿Piensas que por tu amenaza te dare la información que quieres? Estas hablando con alguien que sufrio mas de 100 tipos de maltratos en su instituto de m*erda, ¿y piensas que con esto me voy a achicar?-- pregunto riendo con levedad-- pero porfavor. Puede que tengas músculos y una voz gruesa de villano, pero a mi no me asustas-- le saca la lengua.

El sujeto enojado apaga el cigarrillo por la mejilla de _________,

--No me compares, con mocosos de secundaría.-- advirtió.

--Y si quieres matarme adelante, porque la verdad me vale madres-- dijo tranquilo, ignorando por completo lo que había dicho el sujeto anteriormente.

La sangre del tipo comenzo a hervir, nunca antes le habían faltado tanto el respeto, es decir... Si estas secuestrado por lo menos finge tener un poco de miedo para ver si tienes suerte de que te suelten.

--Ahora si me hartaste mocoso de m*erda-- dijo sacando su pistola, saco la traba y le apunto directamente a su cabeza.

Cuando estaba por jalar el gatillo, se escucho la puerta abrirse de golpe, pero eso no lo iba a detener, hasta que escucho un fuerte grito, eso hizo que se detuviera y observara al que tuvo el coraje de interrumpirlo y arruinar su concentración.

--¿¡Que demonios estas haciendo!?-- le grito el chico acercándose a él con toda confianza.

Del odio... Nace el amor💙// Aidan y T/N🏳️‍🌈// ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora