Me bajé corriendo del taxi hasta llegar a las puertas de la compañía, miré mi reloj <<11:56>>, mierda, me quedan 4 minutos. Apuré mi paso hasta entrar a los ascensores y pulsar el piso 25.
<<Apúrate, apúrate, apúrate>> me repetía internamente mientras movía mi pie de arriba hacia abajo. Se abrieron las puertas y corrí hacia mi oficina saludando a la gente que pasaba.
Cuando llegué tiré mis cosas a una esquina y me senté mientras me masajeaba las sienes, estoy segura que me van a despedir, sin querer vi mi nombre cuando estaba en la oficina de mi jefe buscando unos trabajos, y no sé qué voy a hacer, la universidad de mi hermana, el arriendo, argh, no sé cómo me las arreglare.
<<Blue Spurlock, por favor diríjase a la oficina del señor Warrison>>
Rayos, aquí viene mi final.
Caminé hasta el pasillo y todos me miraban con compasión, ellos ya deben saber que me van a despedir, odio esto, no sé que voy a hacer, ahora mismo es cuando necesito apoyo materno.
Me estaba acercando a las puertas de vidrio con el logo de "Sydney Publishing" en ellas, cada paso lo sentía como un nudo en mi garganta, sabía que algo malo me esperaba cuando abría las puertas de su oficina.
Entré y me quede parada mientras analizaba la oficina, en el escritorio había una placa que decía "Francis Warrison", a los lados habían fotos de él con su familia, el no era muy viejo, tenía unos 35 años, y hay que admitir que el Sr. Warrison era muy apuesto, pero eso no va al tema, él se dio vuelta en su silla y me miró fijamente.
-Blue... Blue Spurlock, irónico nombre, ya que usted odia el azul, según lo que he visto, en ninguna de sus campañas se ha ocupado ese color, siendo uno de los más usados por los demás.
-Me gusta pensar por mi misma y no tener que lidiar con ideas de otro, Sr. Warrison.- dije mientras bajaba mi cabeza.
-Mírame niña,- levante mi cabeza- eso es lo que me gusta de ti, tu empeño en el trabajo, y por eso yo..
-Por favor no me despida señor Warrison, no lo haga, tengo que pagar el arriendo y la universidad de mi hermana, por favor, se lo suplico.- dije a punto de llorar.
-Tranquila, no me dejaste terminar, por tu potencial he decidido reubicarte en otro lugar, con más paga, y quizás más cómoda- lo miré con grandes ojos y el sonrió.- Pasado mañana te irás a New York, a trabajar con la empresa asociada, o sea, New York Publishing, los dueños son tan originales- él lanzo una carcajada pero yo estaba en shock.
-Espere, no me puedo ir de Australia, es mi país y no pienso dejarlo.- dije con los brazos cruzados.
-Señorita Spurlock, es el trabajo en New York o nada, usted toma la decisión.
Rayos, rayos, y más rayos, esto no es posible, sabía que algo malo pasaría, no puedo dejar aquí a mi hermana, y... y como conseguiré departamento en 2 días, esto es horrible.
-¿Cuales son las condiciones?
-Bueno niña, trabajarías desde tu casa, a todo esto, te tenemos un departamento en Queens, es un barrio normal, sin muchos dramas, y conseguimos una beca de medicina en la NYU para tu hermana, así que por eso no te preocupes, lo tenemos todo planeado.
-¿Cuánto tiempo?- pregunte muy frívola.
-Solo 2 años, ten, estos son los boletos para pasado mañana, adentro va la dirección de tu departamento, un vecino te irá a buscar al aeropuerto, así que no te preocupes por eso, hoy mismo puedes llevarte las cosas de tu oficina, solo firma aquí,-me señalo un contrato que estaba en la mesa- y serás oficialmente parte del intercambio de empleados.
Tomé un lápiz y muy rápido puse mi firma, para luego tomar el sobre con los boletos, despedirme del señor Warrison, y caminar hacía mi oficina, o la que era mi oficina.
Tomé una caja y adentro puse los libros, papeles y cosas que había en la oficina, puse mi celular en mi bolsillo y salí hacia los ascensores.
Aún no creo que esto vaya a pasar, este viaje dará vuelta a mi mundo en 180°, y no hay nada que lo pueda evitar.
Llegué al primer piso con mis cosas, estaban muy pesadas, pero de aquí a tomar un taxi no era tanto, así que salí de la empresa y me dirigí a la calle, logre hacer para un taxi y puse las cosas en el asiento del lado.
-A Wyndham Street, Alexandria, por favor- le dije al taxista.
Nosotras vivíamos en Alexandria, era algo tranquilo, normal, nada que decir al respecto, y mi oficina quedaba en Waterloo, todo en Syndey obviamente.
Mi hermana, Sky, ya debería estar en la casa preparando el almuerzo, ella tiene 17 y yo 22, nuestros padres murieron cuando yo tenía 19, por lo cual yo tuve que tomar la responsabilidad de ella, aunque no es gran problema ya que ella es muy independiente y responsable, ella está estudiando medicina en la SU (Sydney University), tengo que admitir que estoy muy orgullosa de ella, y de mí, porque a pesar de todo lo que sufrimos con la muerte de nuestros padres, salimos adelante, y logramos poder recrear nuestras vidas.
-10 con 75- dijo el taxista, abrí mis ojos y le pague, Wow, este tipo estaba loco, tomé mis cosas y salí del taxi.
Tomé mi celular y llamé a mi hermana, normalmente yo llegaba a las 7 de la tarde, y ahora son las 1 de la tarde, así que le voy a dar una sorpresa.
-Hola hermanita- me dijo con una voz feliz
-Hola Sky, ¿puedes abrir la puerta por favor?
-Mmm, ¿y para qué?- dijo ella dudando
-Solo abre la maldita puerta.- dije y le corte, me acerque a la casa hasta estar justo bajo el umbral, cuando ella abrió la puerta y me vio con la caja.
-AY NO, TE DESPIDIERON, AHH, QUE VAMOS A HACER AHORA, SOMOS POBRES, AY NO, NO.
Le pegué en la nuca y le dije -Sky, solo me transfirieron.- ella me miro confundida.- a New York.
-¿Qué?, pero, ¿cómo?- ella me miro buscando explicación a la cual yo le conté todo lo que paso, cada una de las cosas, ella me miraba con distintas expresiones, hasta que termine de hablar y ella me miro con una sonrisa y habló.
-Sabes que amo a los Yankees, hermanita.
Bueno, creo que al final esto no fue tan malo, a no ser qué algo pase.
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Hello, esta es una novela que se me ocurrio queriendo contar algunas anecdotas que me pasaron en New York, y buee, espero que la disfruten, seria hermoso que comentaran y votaran, besos ;)
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Aventuras por New York
Aléatoire《-Espere, no me puedo ir de Australia, es mi país y no pienso dejarlo.-dije con los brazos cruzados. -Señorita Spurlock, es el trabajo en New York, o nada, usted toma la decisión.》 ¿Quién pensaría que Blue Spurlock tendría que abandonar su vida Aust...