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Capítulo 5 : Día de la adopción (no A-Yuan, lo siento)

Notas de la autora:

@Katepreach en Twitter pidió "un ficlet... con Tarta de Huevo o Sándwich de Mantequilla de Cacahuete". Técnicamente este es anterior a la Tarta de Huevos, ¡pero igual cuenta!

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"¿Señorita Yanli?" El trabajador del refugio pregunta, consiguiendo la pronunciación en su mayor parte correcta a pesar de que, como muchos, se equivoca al elegir el nombre de la familia de Jiang Yanli. "Señor..." --ahí está el familiar ceño fruncido-- "...Zixuan?" Oh, eso fue realmente un buen intento.

"¡Somos nosotros!" Jiang Yanli dice, sonriendo agradablemente y tomando la decisión de pasar por alto la situación del nombre para llegar a lo que realmente importa. Su marido aprieta su mano, su pierna se agita mientras la hace rebotar. Ambos están emocionados y nerviosos por esto.

"Estamos preparados para ustedes en la parte de atrás, si quieren seguirme...", dice el joven, señalando con su portapapeles de aspecto muy oficial. "Tendrán hasta media hora con él", explica mientras lo acompañan a través de una puerta y por un pasillo, con ventanas a ambos lados que dejan entrever habitaciones con suelo de linóleo llenas de árboles y perreras para gatos y algún que otro montón de pelo. "Pero no tienen que pasar toda la media hora con él si se deciden pronto. Pueden enviar a alguien a buscarme si lo saben de inmediato".

"Gracias", dice Jiang Yanli, mientras se detienen frente a una puerta que parece ser cualquier otra. "Espero que tengas noticias nuestras pronto". Ella le hace un hoyuelo. "Tengo un buen presentimiento".

"Es un gato genial", dice el trabajador del refugio mientras todos se echan un chorro de desinfectante en las manos desde el dispensador montado en la pared. "Va a hacer muy feliz a alguien".

"A dos personas, si nos sale bien", dice Jin Zixuan, que ya está practicando sus chistes de padre, y el trabajador del refugio los acompaña a la habitación y cierra cuidadosamente la puerta tras ellos.

"¡Vengan a buscarme cuando estén seguros!", les recuerda, justo antes de que el pestillo haga clic, dejando a Jiang Yanli sola con su marido y, presumiblemente, con un enorme gato naranja llamado actualmente Sr Mermelada. Lo de "presumiblemente" se debe a que en realidad no ve un gato de inmediato, aunque hay muchos rincones para que uno se esconda, porque este es un excelente refugio que prepara a sus animales con muchas actividades de enriquecimiento. Jiang Yanli examina sus opciones y se acomoda con las piernas cruzadas en el suelo, de espaldas a la pared. Jin Zixuan la sigue, con un aspecto adorablemente fuera de lugar, como suele hacer cuando se sienta en el suelo en lugar de hacerlo en una elegante silla de comedor o en un caro sofá de cuero.

"La página web lo presentaba como muy amigable", dice, claramente un poco decepcionado, y Jiang Yanli toma su mano y le besa los nudillos.

"Es un gato", le recuerda ella. "Podría necesitar algo de tiempo para acostumbrarse a nuestro olor antes de salir. Además, es posible que esté dormido".

Como si fuera una señal, una cama de gato con forma de tiburón cruje, y un rostro anaranjado asoma en el aire, con la mandíbula abierta en un enorme bostezo, del tipo que convierte todo el rostro de un gato en una boca abierta de púas. El Señor Mermelada emerge como el glaseado exprimido de un tubo, expandiéndose de alguna manera más allá de lo que parece que la cama del gato debería haber sido capaz de contener. Se estira lujosamente, hace esa cosa en la que encorva la espalda hacia el techo, con la cola mullida vibrando, y trota para olfatear cómodamente las rodillas de Jiang Yanli.

"Hola", dice, con la voz baja, y extiende la mano para que el Sr. Mermelada la inspeccione. Él la olfatea una vez, casi con displicencia, e inmediatamente golpea su cabeza contra la mano de ella, con tanta fuerza que la hace retroceder unos centímetros. "¡Oh!" dice Jiang Yanli, encantada, inclinándose hacia él y dándole al gato algunas buenas caricias. "¡Pues muy bien! ¿No eres un encanto?"

"Encantado de conocerte", dice Jin Zixuan, extendiendo una mano como si esperara que el Señor Mermelada la estrechara y sellara un trato comercial. El gato ignora este ofrecimiento para subirse directamente al regazo de Jin Zixuan, ponerse de pie con las patas delanteras sobre su pecho y darle un agresivo cabezazo en la barbilla. "¡Ay!", dice su marido, razonablemente, ya que Jiang Yanli realmente escuchó ese impacto.

"¿Qué te parece?", pregunta ella, tratando de no reírse mientras el Señor Mermelada frota su rostro en la barbilla de Jin Zixuan, ronroneando lo suficientemente fuerte como para ser escuchado desde el espacio.

"Desafortunadamente", dice Jin Zixuan, rascando con ambas manos la excelente barba del gato, "lo amo".

Jiang Yanli sonríe. "Iré a buscar al del refugio".

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