Infancia perdida en el tiempo

Misión

No quería eso, no quería.

Sin embargo su mamá insistió en que fuesen al centro comercial, que salieran como una familia. Ir al cine, comer algo, jugar en el pequeño parque a las afueras del lugar. ¡Él no quería eso! Él quería estar con su papá, quería verlo y que le dijera que no murió, que todo estaría bien, que seguirán siendo cuatro y no tres en casa.

-¡Oliver!-gritaba su madre buscándolo por el pequeño parque de juegos, sin embargo, con solo 12 años él se escondió.

-¡Ollie!-decía su pequeña hermana buscándolo, ella solo tenía 7 años.

-¿Tú eres Oliver?-dijo un niño que se veía algo más pequeño, lo miró frunciendo el ceño, sin responder-te puedo ver y podría avisar que estás aquí-murmuró el chico de ojos verdes y cabello castaño.

-No lo hagas, no quiero ir con mamá-dijo suave y abrazando sus rodillas mientras se escondía tras el tobogán, vestía un polerón verde que su padre le regalara hace años y hoy le quedaba bien.

-¿Por qué?-preguntó sentándose a su lado y viendo a su amiga Iris que se acercaba, pero con un gesto le dijo que no lo hiciera.

-Papá murió-dijo escondiendo su rostro entre sus brazos y comenzando a tomar bocanadas de aire para no llorar, no ante un desconocido, no en público.

-Mi papá y mamá murieron-dijo el menor adoptando la misma forma que el rubio.

-¿Qué? ¿Quién te cuida?-dijo con la mirada aguada y sin comprender lo que le decía.

-Joe-dijo con una brillante sonrisa-es el padre de mi mejor amiga y policía, de alguna forma me empezó a cuidar cuando ellos murieron, hasta hoy-dijo con tranquilidad, pero aún así su mirada era triste-los extraño-susurró abrazando sus piernas con más fuerzas y mirando al frente, donde Iris se columpiaba mientras Joe los observaba desde una banca.

-¿Ella es tu mejor amiga?-dijo viendo a una chica morena con dos coletas y un vestido blanco.

-Sí, Iris, es como una hermana-susurró volviendo su mirada al otro chico-soy Barry Allen-dijo extendiendo su mano.

-Oliver Queen-correspondió el saludo y el solo tacto con el otro niño lo hizo sentir mejor.

-¿Por qué te escondes de tu mamá?-dijo notando la desesperación de la mujer, a quien Joe se había acercado en ese preciso momento, luego notó la mirada de ambos adultos sobre ellos.

-Papá no está, estoy triste todo el tiempo y no es lo mismo hablar con ella-dijo mirando con atención a Barry.

-¿Tú papá era tu mejor amigo?-dijo suave y haciendo un gesto a Joe, para que estuviera tranquilo, la mujer los miraba con curiosidad.

-Sí, era el mejor, no debió morir.

-Joe dice que todos tenemos una misión en el mundo, cuando la cumplimos nos vamos-susurró suave, era lo que siempre pensaba cuando no soportaba que sus padres hubieran partido tan pronto.

-¿Cuál era la misión de mi papá?-dijo limpiando una lágrima que corría por su mejilla.

-Tenerte a ti-respondió con una sonrisa-si quieres podemos jugar, vengo siempre aquí-dijo haciendo un gesto con las manos.

-No somos de ciudad Central.

-No importa, siempre estoy aquí-dijo con una sonrisa-ahora debes volver-dijo poniendo una mano en su hombro, luego se puso de pie y se fue.

Vio como corría hasta un resbalín y decidió seguirlo, quizás si hacía un amigo se distraería lo suficiente. Quizás no estaría tan triste.

Barry Allen, jamás olvidaría su nombre. Realmente esperaba encontrarlo nuevamente antes de que cumpliera su misión en la vida y se fuera como su padre.